Adaptarse al cambio climático

Tras los magros resultados obtenidos por los gobiernos en sus también escasos esfuerzos por reducir la temperatura global, una nueva propuesta cobra vigencia y cada vez mayor respaldo: es el concepto de adaptación frente al efecto invernadero.

Al acercarse una nueva conferencia mundial sobre el calentamiento global, esta vez en la ciudad de Durban, en Sudáfrica, parece que los gobiernos de las grandes potencias acudirán sin propuestas serias tal como ocurrió en las cumbres de Copenhague y México.

En ambas citas los países mayores emisores de dióxido de carbono (CO2) culpable del llamado efecto invernadero que produce el calentamiento de la temperatura planetaria no lograron un acuerdo para ejecutar un plan destinado a reducir la temperatura global en dos grados.

La República Popular China, es otra de las naciones que emite a la atmósfera grandes cantidades de dióxido de carbono pero que en el último tiempo no hace los esfuerzos necesarios para cambiar su matriz energética y dejar de contaminar el ambiente.

Son los países pequeños, los que menos contaminan los que están dispuestos a contribuir con sus esfuerzos para reducir la temperatura planetaria que provoca grandes catástrofes con las sequías, las inundaciones y el derretimiento de los glaciares.

Este fenómeno es perfectamente perceptible en Bolivia. El glaciar Chacaltaya que otrora ostentaba el título de la pista de esquí más alta del mundo es sólo un recuerdo y lo mismo ocurrirá con otros glaciares que muestran un acelerado cambio en su morfología debido a que se están derritiendo.

Frente a este nada halagador panorama surgió una propuesta de adaptación en vez de reducción de la temperatura. Se trata de educar a las nuevas generaciones de humanos a convivir con las nuevas condiciones del planeta.

De hecho en los países nórdicos ya comenzaron a experimentar con las nuevas condiciones tratando de encontrar el lado positivo.

Organizaciones especializadas en la alimentación como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), sugieren que los agricultores adapten sus cultivos a las nuevas condiciones ambientales para asegurar la producción que evite el hambre en el mundo.

Habrá que esperar si es que los gobiernos de las grandes potencias presentan en Durban propuestas serias que enfrenten el problema sea por la reducción de la temperatura, sea por la adaptación de los seres humanos a las nuevas condiciones, es decir, a un planeta cada vez más caliente.

Fuente: LA PATRIA