Es una manía tildar en ciertas circunstancias, de derechistas a los de la izquierda o viceversa. En una sociedad atrasada en lo político, social, cultural y educativo, mal podríamos preciarnos de que practicamos ciencia de la política. Por el contrario somos diestros practicantes de la politiquería. Esta sería la disculpa fácil de semejante manía en la que se da rienda suelta al encono que destilan algunos, seguramente por su condición de politiqueros frustrados, pero lo que es del César para el César y lo que es de Dios para Dios.
Así nos referimos porque, flagrantemente se desprestigia, desvaloriza y hasta se minimiza los logros, trátense de profesionales o políticos; de algunos bolivianos, únicos capaces de tener el valor moral y profesional de seguir un juicio de responsabilidades hasta meter a la cárcel a algunos dictadores. Otros, espejo de alta moral prístina, lealtad a sus principios morales y políticos hasta su muerte como Marcelo Quiroga Santa Cruz por citar un nombre con el debido respeto. Muchos más podrían ser citados, pero nuestra intención es reclamar, que en nuestra bendita patria ya es hora de respetar las memorias y su contribución a favor de Bolivia; y no como creen algunos demagogos, quienes desmerecen la capacidad profesional y responsabilidad de patriotas capaces que bien pueden desempeñar un eficiente manejo de la cosa pública llámese ministerios, secretarías y otros altos cargos, en lugar de gente que nunca leyó ni siquiera un libro y menos podrán leer la realidad social y política del país, pero podrán salvar a la Patria de la encrucijada en que la han puesto estos dizque revolucionarios de pacotilla.
En la misma forma estamos disgustados por las interesadas críticas a los periodistas y medios de comunicación, privados y otros. Si no habría sido por su contribución informativa, cuántos sapos y culebras nos estarían haciendo tragar los medios estatales. Esta defensa la hacemos conscientes de que no nos referimos a algunos medios que son propiedad de negociantes de la información, propietarios ellos, de varios medios que acaparan sólo por su valor económico.
Valga la oportunidad para felicitar a todo el pueblo boliviano que, una vez más dio muestras de su indeclinable defensa de la democracia y su permanente anhelo de días mejores para la Patria, con el trabajo tesonero de todos y cada uno de sus hijos como catalizador del movimiento indígena del Tipnis; que al mismo tiempo alerta a los actuales gobernantes para que pongan las barbas en remojo.
No hubiéramos querido referirnos a los resultados de las tan decantadas elecciones judiciales; por ser primera vez y novedosas no sólo en el país sino en el plano internacional; pasa y está bien; pero los resultados nos obligan a hacerlo; ya que también es el mérito del pueblo boliviano que una vez más hace uso de su intuición y olfato político al demostrar su bronca y enojo, deja patente el rechazo mayoritario; aunque nos manipulen estos resultados los actuales dueños de la verdad; supo aprovechar la circunstancia y la oportunidad para reclamar por desencanto y no por ser un pueblo ingobernable sin un solo pelo de tontos, no sé si estamos a tiempo de una reconducción o quizá mejor decir que éste proceso de “cambio”, ya necesita su “recambio”, por usar sus propios términos. Y para terminar queremos recordar a todos que, moros y cristianos, zurdos y derechistas, originarios e indígenas y foráneos, todos absolutamente TODOS somos hijos de nuestra amada patria BOLIVIA.
(*) Egresado de la UTO
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