Loading...
Invitado


Domingo 06 de noviembre de 2011

Portada Principal
Revista Dominical

Pagando los platos rotos del cambio climático

06 nov 2011

Fuente: LA PATRIA

Por: Raimundo López - Corresponsal de Prensa Latina en El Salvador

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

El cambio climático ya es una amarga realidad para América Central: 10 días de intensas lluvias el mes de octubre, con acumulados sin precedentes, dejaron en sus países un rastro de muerte y destrucción.

El inusual fenómeno atmosférico, pese a sus devastadoras consecuencias, apenas alcanzó la denominación de depresión tropical 12E en las estadísticas de los organismos internacionales especializados en estos eventos.

No obstante, para gobernantes de la región, especialistas y funcionarios de Naciones Unidas, el súbito y catastrófico alud de lluvias es una causa directa del cambio climático, del cual Centroamérica no es responsable.

El ministro de Medio Ambiente salvadoreño, Hernán Rosa Chávez, no tiene dudas al respecto.

Un estudio preliminar sobre el tema, dado a conocer por Rosa Chávez, estableció que Centroamérica ya sufre adversidades climáticas del océano Pacífico, como huracanes, que décadas atrás sólo alcanzaban a México y, en menor medida, a Guatemala.

Esas inclemencias climáticas se sumaron a las originadas históricamente en el Atlántico durante la temporada ciclónica, que va de junio a noviembre de cada año e, incluso, fuera de ese período.

Rosa Chávez recordó que el primero de esos fenómenos del Pacífico afectó a El Salvador en 1982. En las dos décadas siguientes se elevaron a cuatro en cada una. En el primer año de la actual (2011), ya se registra la depresión tropical 12E.

Rosa Chávez aseguró que no cabe dudas de que cada año, al menos una, azotará Centroamérica.

El coordinador del Sistema de Naciones Unidas y representante residente en El Salvador del Programa para el Desarrollo del organismo (PNUD), Robert Valent, expresó que el último y catastrófico evento tiene sus causas en el cambio climático.

Precisó que este es resultado de los modelos de desarrollo insostenible aplicados por los países industrializados, que victimizan a las naciones más vulnerables del planeta.

El Salvador y el resto de Centroamérica están pagando los platos rotos de una fiesta a la que ni siquiera han sido invitados, afirmó.

En una reunión extraordinaria del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), celebrada en el aeropuerto internacional de Comalapa, en San Salvador, los gobernantes de esos países confirmaron esa aseveración. En la cita participaron junto al presidente anfitrión y convocante, Mauricio Funes; la de Costa Rica, Laura Chinchilla; de Guatemala, Álvaro Colom; Honduras, Porfirio Lobo; y el canciller nicaragüense, Samuel Santos.

Las otras dos naciones del SICA, Belice y Panamá, estuvieron representadas por sus embajadores en El Salvador.

En su Declaración de Comalapa acordaron:

"Instar a los Estados industrializados a que hagan reducciones significativas de gases de efecto invernadero y que haya un segundo periodo efectivo de reducción de estos gases así como se reconozca a la región como una zona vulnerable a causas de estos y que se traduzca en financiamiento adicional para que exista un sistema de asistencia diferenciada y que permita el desarrollo de capacidades y transferencia de tecnologías para mitigación y adaptabilidad al cambio climático distinto del que brinda la cooperación para el desarrollo".

El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, fue enfático en la necesidad de plantear con firmeza esa postura: "Hay que señalar con el dedo", dijo. "Ellos ponen el CO2 y nosotros los muertos y la destrucción", agregó.

En el documento, los dignatarios abordaron el tema con claridad, y expresaron en uno de sus considerandos:

"Que los países desarrollados tienen una deuda ambiental con el resto del mundo, ya que el desarrollo industrial iniciado en 1850 es el principal causante del cambio climático que todos sufrimos hoy.

"El mundo desarrollado tiene el deber de contribuir con nuestros gastos de prevención y reconstrucción con un enfoque de reducción de riesgos y adaptación al cambio climático.

"Es obligación moral de los países desarrollados pagar su deuda ambiental".

Las esperanzas de que el llamado no caiga en saco roto en la cumbre sobre cambio climático de Naciones Unidas en Durban, Sudáfrica, de noviembre-diciembre próximos, no son muchas ante la reticencia de las grandes potencias.

Mientras, no sólo Centroamérica, sino otros muchos países pobres del planeta seguirán pagando los platos rotos de una crisis ambiental de la cual no son responsables.

Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos: