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Domingo 06 de noviembre de 2011

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Revista Dominical

La ortodoxia marxista y el postmodernismo

06 nov 2011

Fuente: LA PATRIA

Por: Dr. Antonio Revollo F.

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Cuándo no, el pensamiento de Carlos Marx, ha sido objeto de interpretaciones y reinterpretaciones, desde sus contemporáneos hasta los filósofos e ideólogos actuales, la misma que ha sido dividida en marxistas ortodoxos y neo marxistas, hasta llegar al postmodernismo, corriente impregnada de otras como el neokantismo, escepticismo y existencialismo etcétera, en esa línea de análisis crítico el autor de la obra; “La indigencia del pensamiento político de Linera y el postmodernismo”, Ronald Carrasco Jaldín, dirige su exacerbada exegesis a la teorización ideológica del Lic. García Linera, segundo mandatario del país.

Parte de la defensa de la tesis de Pulacayo y toda la carga ideológica del trotskismo, que fue objeto de abiertas y francas polémicas para desbrozar la justeza del materialismo dialéctico y marxismo histórico encuadrada en la “ley del desarrollo desigual y combinado”, que avizoraba Trotsky sobre América Latina particularmente, hacia Bolivia, contando entre ellos al nacionalismo revolucionario de primera época y todos sus pelajes, pasando por el estalinismo para concluir con el actual indigenismo postmodernista. En ese marco, Ronald Carrasco Jaldín inicia su cruzada teórica en defensa de los postulados primigenios del marxismo leninismo, refractadas en el Partido Obrero Revolucionario, que fue dirigido por uno de los emblemáticos políticos de Bolivia y América: Guillermo Lora.

Cuáles son sus bases teóricas para llegar a la tipificación de postmodernismo, neoliberal, Indigenista al sustento ideológico de García Linera, indica que la misma, primero, se nutre de la heterogeneidad de estilos en las artes y arquitectura eclecticista a partir de Robert Venturi y Fanest Sterling, por otra, con el postestructuralismo francés, con los filósofos Gilles Deleuze, Jacques Derrida, Michael Foucault, que enfatizaban en el carácter “fragmentario, heterogéneo y plural de la realidad”, por tanto “niegan al ser humano la capacidad de encontrar una explicación positiva de la realidad social e histórica”. En consecuencia resultan ser antimarxistas.

Finalmente, se nutre de la teoría de la sociedad postindustrial de Daniel Bell y Alan Touraine que, “sostiene que el mundo se ha transformado de una economía basada en la producción industrial masiva hacia una economía, donde la investigación teórica sistemática constituye parte fundamental de las fuerzas productivas”.

Para el autor en consonancia con J.F. Lyotard, dichas corrientes intelectuales, “corresponden a la fase superior del capitalismo, es decir, a la época del imperialismo de las últimas décadas del siglo XX. En el plano del pensamiento y de conciencia social, constituyen una verdadera reacción ideológica frente a la conquista de la filosofía clásica, la ciencia y el arte de los siglos XVIII, XIX y XX, en especial de la ciencia social del Marxismo”. Al parecer esta es la fuente nutricia de García Linera y el grupo de los intelectuales cobijados en la “Comuna”.

El núcleo del discurso de Ronald Carrasco Jaldín al focalizar la realidad histórica de nuestro país en las últimas décadas, el postmodernismo, empieza a gestarse en el contexto de las crisis estructurales del capitalismo en la época imperialista, y que los gobiernos de Paz Estenssoro, Paz Zamora, Banzer Suárez y Sánchez de Lozada utilizaron la cobertura ideológica del neoliberalismo en su versión estadounidense, y la de García Linera que utiliza al postmodernismo europeo, con barniz indigenista, relegando el rol histórico de la clase trabajadora, por tanto, antimarxista.

Por otro lado, la “Cosmovisión Andina”, producto de dichas especulaciones postmodernistas no sería otra cosa que el recalentamiento nacionalista en su versión culturalista a ultranza que a la luz de los trabajos de Carlos Marx, retrotrayendo a la realidad histórica de Bolivia el autor llega a la conclusión de que dichas corrientes estructuralistas y neo estructuralistas de los ideólogos del indigenismo son anticientíficas y reaccionarias.

Esta obra dará mucho que hablar en los círculos intelectuales nacional e internacional dada su carácter polémico y altamente beligerante como en las mejores épocas de Marx Lenin, Stalin y Trostky, con sus detractores y panegiristas de toda laya, y que dicho atavismo ideológico – político se mantiene vivo en nuestro país a través del presente aporte que alejándose de los adjetivos y adjetivaciones hubiese alcanzado ribetes realmente magistrales.

(*) Texto leído por el autor en el Paraninfo Universitario en ocasión de la presentación del libro citado en supra en fecha 4 de noviembre del 2011.

Fuente: LA PATRIA
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