Escuela coránica de Deoband se desmarca de su denominación de origen
06 nov 2011
Fuente: Deoband (India), (EFE).-
La escuela coránica de Darul Uloom es más conocida por el nombre de la localidad india en la que está situada, Deoband, una denominación que en los últimos años se ha relacionado con una visión radical y a veces violenta del islam.
Sin embargo, tanto los rectores como los profesores del enorme complejo de Dar Uloom, que acoge a 4.000 alumnos y 100 docentes, reniegan de cualquier vínculo con interpretaciones extremistas como las que postulan centros que se denominan deobandis en otros países.
A pesar de que el centro académico fue fundado a mediados del siglo XIX, el “deobandismo” adquirió notoriedad para el público general tras el surgimiento de los talibanes afganos, salidos de escuelas coránicas adscritas a esta corriente islámica.
“Nosotros salvaguardamos el mensaje original del islam y las enseñanzas del Corán y el Profeta son muy claras. Si algunos las malinterpretan es su culpa”, dice con voz profunda el vicecanciller (rector) de Dar Uloom, Abdul Qasim Naomani.
El centro, cuyo renombre deriva del papel que tuvo en la lucha contra la ocupación británica y en la preservación de la identidad de los musulmanes en el proceso de independencia, recibe más de 10.000 solicitudes de ingreso al año.
“Muchas madrasas (escuelas coránicas) de Pakistán y Afganistán se autodenominan deobandis porque eso da prestigio en el mundo islámico”, afirma la analista india y experta en países islámicos Smruti Pattanaik.
“Nosotros no hablamos de política porque queremos que la escuela esté segura” dice el joven Muhammad Said Anwar, ex alumno y profesor de inglés en el centro, situado en esta tranquila localidad del norte de la India, a unos 150 kilómetros de Nueva Delhi.
Los escasos visitantes son recibidos en Daruloom con una mezcla de amabilidad y cautela, y los anfitriones parecen perfectamente adiestrados para responder con evasivas a cualquier pregunta sobre política o sobre el extremismo islamista.
A pesar de ello, Anwar y su joven compañero, Tauquir Ahmad, se interesan enseguida por la opinión del extranjero por la situación en Afganistán y por los “crímenes de los invasores”.
“Los rectores del centro de Deoband son muy pragmáticos y se alejan de la política para no poner en riesgo la escuela misma. Saben que están en un país en el que hay suspicacias contra algunas comunidades y grupos”, recalca Pattanaik.
La escuela dio lugar hace casi un siglo a un partido político, Jamiat Ulama i Hind (JUH), aunque sus responsables también se esfuerzan en desmarcar la corriente deobandi de la política y, aún más, de cualquier vínculo con grupos violentos.
“No existe un deobandismo político, Dar Uloom es sólo una institución educativa”, afirma Azimulá Siddiqui, portavoz de JUH.
“Muchos han querido abusar de la popularidad del centro, pero cuando eso ha sucedido las autoridades de Deoband han clarificado su posición. También condenaron a los talibanes cuando éstos afirmaron que tenían conexión con Deoband”, añade Siddiqui.
La propia formación política emitió en 2008 una declaración formal en la que condenaba los atentados suicidas y en la que calificaba de “pecado imperdonable” cualquier forma de violencia.
Pattanaik, adscrita al ‘think tank’ indio Instituto de Análisis y Estudios de Defensa, precisa que no se puede hablar de una corriente deobandi internacional, sino que es sólo una marca que en realidad presenta características muy diferente en cada país.
“Por ejemplo en la India o Bangladesh los seguidores de esta línea se han adaptado a la realidad e incluso han flexibilizado sus postulados teológicos”, dice la analista.
“En cambio, en Pakistán o algunas zonas de Afganistán -añade-, los deobandis se han visto muy influidos por las corrientes integristas llegadas de Arabia Saudí e incluso desprecian veladamente a Deoband ‘porque está en un país hindú’”.
Algo que no impide que Dar Uloom siga formando a miles de alumnos, casi todos provenientes de la India, en una visión purista de la religión musulmana que, pese a los esfuerzos por desmarcarse de cualquier connotación política, no consigue siempre.
“El islam y la política son lo mismo, no se entienden el uno sin el otro”, desliza en un momento de la conversación Anwar, que agrega que desde que la política se desligó del gobierno religioso el mundo no funciona adecuadamente, “aunque cuando se unan todo irá mejor”.
Fuente: Deoband (India), (EFE).-
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