Sonia Saavedra Dalenz mujer de ideas que no se doblega ante nadie

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La actual presidenta del Comité Cívico de Oruro, Sonia Saavedra Dalenz, aporta con ideas al desarrollo y progreso de Oruro, porque no le gusta que se lo piensen y menos acepta ser servil ante nada ni nadie a pesar de ser hostigada como le sucede en la actualidad al presidir el ente cívico y reclamar a través de esta instancia el respeto a los orureños

“Yo siempre digo, no soy persona servil, porque cuando algo está mal, yo digo que está mal y de pronto con todo lo que estoy viviendo, lamentablemente se me hostiga por no haber nacido en Oruro, una tierra que me dio todo, porque en ella formé mi hogar y tuve a mis dos hijos, además de haber logrado un apoyo para el sector de los comerciantes que es también mío”, manifestó.

Cuenta que junto a sus hermanos Aurora, Ruth, Arturo, María Luisa y Teresa, fueron formados con la idea de brindar apoyo a quién lo necesite, pero por circunstancias de la vida y por la falta de trabajo, dos de sus hermanos se ausentaron del país para formar sus familias, pero los demás se quedaron para seguir trabajando por Oruro.

Ella nació en Colquiri y vivió en Cochabamba hasta sus quince años, posteriormente debido a la actividad de su padre, llegó a Oruro, y estudió en el Colegio “Pantaleón Dalence”, pero por algunos problemas de salud, tuvo que cambiar de colegio y salió bachiller del Liceo de Señoritas Oruro.

Al concluir su bachillerato, se casó con Roberto Alave Lafuente y tuvieron a su hija Carla y años más tarde a Israel quienes le apoyan en todas sus decisiones para trabajar y pelear por Oruro.

Estudió secretariado ejecutivo en el Instituto de Memoria y Lectura Veloz (Ilvem) y para apoyar en la mantención de su hogar, tuvo que empezar a trabajar vendiendo refresco junto a su suegra en un puesto ubicado en la calle Velasco Galvarro y Bolívar.

Con el tiempo, logró comprar una caseta y hace doce años emprendió la dura tarea de velar por sus compañeros de labor, como dirigente del Sindicato de Refresqueras, siguiendo de alguna manera la labor que realizaba su suegro que por doce años aproximadamente fue también dirigente del sector, quien le trasmitió algunos conocimientos para velar por sus compañeros además que fue el que emprendió la construcción de casetas nuevas para las refresqueras de la calle Velasco Galvarro, obra que fue concluida por su persona en su gestión como dirigente.

También fue una de las impulsoras para obtener alrededor de doce casetas en el galpón que se encuentra detrás de los quioscos, situación por la que algunas personas se ensañaron con ella.

Fue una de las impulsoras para realizar una marcha hasta la sede de Gobierno el 2003, llegando a su destino junto a 18 personas que pedían la aprobación del régimen simplificado, situación que le permitió ser partícipe de las movilizaciones que provocaron de alguna manera la derrota del entonces Presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada.

En esa oportunidad, cuando llegaron a Caracollo, recibieron el llamado indicando que debía suspenderse todo tipo de movimiento, lo cual no fue acatado por ella y sus compañeros, puesto que de haber hecho caso la supuesta disposición de las bases, hubiesen quedado como traidores, motivo por el que un grupo de dirigentes decidieron permanecer en la sede de Gobierno pidiendo ya en esa oportunidad la realización de una Constituyente.

“Cuando estábamos en Calamarca, tuvimos conocimiento que Goni Sánchez de Lozada, renunció y escapó del país, posteriormente retornamos a Oruro para continuar velando por el bienestar de mis compañeros”, refirió.

POLÍTICA

Sonia acostumbrada a trabajar desde muy temprano hasta altas horas de la noche, tuvo problemas de salud que incluso provocó que se aleje de la actividad laboral, lo que le permitió continuar siendo dirigente del sector gremial pero a la vez le provocó que su estado de salud empeore, motivo por el que cuando fue invitada por Unidad Nacional para ser candidata del Concejo Municipal, su familia le sugirió que se dedique a dicha actividad.

Según cuenta, la actividad política no fue de su agrado a pesar de haber sido tratada de buena forma, ya que esta etapa de su vida, sirvió para capacitarse en liderazgo.

Según cuenta a pesar de haber ingresado al campo político, siempre tuvo en cuenta las palabras de su padre; “donde estés, trata de hacer siempre lo mejor y donde estés trata de ayudar a los necesitados”, motivo por el que gestionó con Samuel Doria Medina, la donación de bolsas de cemento con las que apoyó la construcción de algunos centros de expendio para mejorar la calidad de vida de sus compañeros comerciantes.

Teniendo incluso una buena relación con los militantes de UN, manifestó que lo que le motivó a salirse del partido político que le acogió, fue que en un congreso, se relegó a los representantes de Oruro, lo que reclamó a los dirigentes departamentales, quienes hicieron caso omiso de su observación, motivo por el que decidió dejar de lado la política.

“Yo dejé de esta forma Unidad Nacional, porque además en las campañas trabajamos miles para que se empoderen una docena y cuando se observó o criticó la labor de los representantes departamentales, no se tomó en cuenta nuestras sugerencias” refirió.

Tras alejarse de la política, fue dirigente de 22 instituciones gremiales, el directorio del Mercado Central, quienes en un Congreso fueron incluidos entre los afiliados y donde inicia su dirigencia cívica.

A propuesta de Marcelino Arancibia, fue elegida como representante de este sector al directorio de la institución supra cívica, también cuenta que parte de su formación dirigencial, se debe a que tuvo como maestro a Edgar Lora quien hablaba a los alumnos sobre democracia y les instaba a leer libros como “El Señor Presidente” para conocer la ideología de los partidos políticos.

Consultada sobre la posibilidad de retornar a la política, manifiesta que no le gusta, si no escuchan su posición, porque no serviría al partido por ser contestaría a las cosas que según ella no están bien.

Yo pienso que la política tiene que ser dinámica, de acciones, porque te da el poder de ingresar a algunos lugares para ayudar a la gente, pero si vemos lo que yo estoy viviendo es una decepción cuando por ejemplo los diputados Ricardo Ayllón y María Chuca entre otros me dicen, “la salvadora”, la unionista de la ultraderecha, como si fuera un rezo y solo por defender nuestro territorio.

“Si esa es la política que se vive en el país, ya no quiero saber nada más de eso y fundamentalmente si van a pensar por mí reitero que no me gustaría estar inmersa en la política y por el momento no creo que retorne a ser parte de algún partido político, porque nunca se debe decir nunca”, manifestó.

Fuente: LA PATRIA