El psicólogo responde

Licenciada:

El otro día tuvimos una discusión fuerte con mi esposo. Nos excedimos en insultos y terminamos levantándonos la mano, agrediéndonos. Lo peor es que esta pelea la presenció nuestra hija pequeña de tres años y ahora ella se comporta muy agresiva conmigo y en algunos casos con su papá.

Hay momentos en los que apenas levantamos la voz ella se asusta y se pone a llorar.

No quiero que mi hija quede con traumas.

¿Que nos aconseja?

Amiga:

Por un lado, en este caso, es importante que la escena que le dieron a tu hijita no la vuelvan a repetir nunca en lo posible.

Si ustedes como pareja tienen conflictos que resolver, háganlo fuera de la presencia de tu hijita o de tus hijos, si tienes otros más.

Y si llegan a agredirse, con más razón. Si ustedes como papás no pueden controlar sus impulsos, cuanto menos pedirle a una niña de tres años que lo haga y con qué ejemplo.

Por otro lado, depende mucho de cómo, qué tono, qué palabras y en qué momento le hables a tu hija, para que sus temores se disipen y queden resueltos. Es decir, utilizar la asertividad.

Si te disculpaste por lo que hiciste, es posible que ella recupere la confianza en ti e incluso te deje de agredir y por consiguiente, a su papá.

Pero si no lo hiciste en su momento, la niña tendrá el mismo comportamiento porque realmente se siente triste e incluso culpable por lo que ha sucedido.

Cuando los niños tienen alguna tristeza o frustración suelen exteriorizar aquello a través de rebeldías y agresividad.

Te sugiero que busquen a un profesional que pueda orientarles en ambos casos. Tanto para tratar su relación como pareja, como para realizar un seguimiento o terapia como familia.

Lo que les sucede a los niños es temporal, sin embargo es importante que tomes en cuenta los sentimientos de tu hija.

Consultorio: Sucre N° 886 esquina Washington

Telf.: 52-51326

psico_menaan@hotmail.com

Fuente: LA PATRIA