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Domingo 23 de octubre de 2011

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Revista Dominical

La historia de Bolivia se escribió con verde

23 oct 2011

Fuente: LA PATRIA

Más de un millón de personas brindaron una apoteósica bienvenida a los marchistas del Tipnis, que efectuaron una caminata de 65 días • Por: Dehymar Antezana - Periodista

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Bolivia ha tenido momentos históricos de toda índole, aquellos que se escribieron con sangre fueron los que más sobresalieron, principalmente en la época de las dictaduras. Pero también hubo episodios de esa naturaleza en gobiernos democráticos como en 1952 o en octubre del 2003.

Pero sin duda alguna, una nueva página de la historia de Bolivia fue escrita hace pocos días con dignidad y sobre todo con el color verde de la naturaleza y una muestra de que el pueblo boliviano está cansado de la injusticia que reina en estos días.

Y ¿por qué decimos que la historia está escrita con verde?, porque la movilización sin precedentes que se registró fue en defensa del medio ambiente, en defensa de la preservación de la naturaleza y en defensa de una cultura indígena que a lo largo de su historia ha sufrido el embate de varios sectores, entre ellos, el de los colonizadores.

El 15 de agosto de este año, 3.000 indígenas aproximadamente salieron de Trinidad, departamento del Beni, con una consigna: hacer respetar sus derechos y sobre todo hacer respetar la Constitución Política del Estado y el ordenamiento jurídico del país vigente, que declara como área protegida al Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), ubicado entre los departamentos de Cochabamba y Beni.

El motivo de la marcha era frenar la intención del gobierno de Evo Morales, que a nombre de “desarrollo” quiere construir una carretera que parta el corazón del Tipnis, uniendo las localidades de Villa Tunari con San Ignacio de Moxos.

Sin embargo, la oposición surge porque el Gobierno intenta vulnerar el área natural protegida por ley, al mismo tiempo, existen peligros adicionales, entre ellos, el daño al medio ambiente por la deforestación que se pretende hacer, invadir selva virgen y poner en riesgo especies animales y vegetales, que en algunos casos, sólo existen en Bolivia.

Otro riesgo a futuro, es el ingreso de los carteles del narcotráfico, que la zona se convierta en zona cocalera y por la forma que se maneja esa actividad, los ríos y lagunas tienden a ser contaminados sin remedio alguno.

Todos esos aspectos observados han hecho de la defensa del Tipnis un movimiento nacional, que en todos los rincones del país se ha seguido de cerca. A medida que la marcha se acercaba a la sede de gobierno, las muestras de apoyo se manifestaron de diversas maneras, desde la recolección de víveres, vituallas hasta muestras de afecta a través de pronunciamientos y cartas.

La marcha constituida por habitantes del Tipnis, nunca tuvo una respuesta seria de los gobernantes, que si bien mandaron comisiones de diálogo, nunca hubo en el trayecto una intención de solucionar el conflicto. Así que la marcha continuó pese a la amenaza de cercos, bloqueos y hasta de enfrentamientos por huestes del Movimiento Al Socialismo (MAS).

La marcha tuvo varios procesos, desde su inicio, el más fatídico fue el 25 de septiembre, un día después que el canciller, David Choquehuanca, se reunió con ellos y magnificó el problema a través de los medios estatales señalando que había sido secuestrado. Sin embargo, los indígenas lo utilizaron como escudo para romper el cerco en Yucumo.

Esa situación costó una violenta represión de la Policía hacia la marcha. Niños, mujeres y hombres fueron duramente castigados por los uniformados, que no dudaron en ningún momento de cumplir las órdenes superiores que se les dio desde el Gobierno. Aunque esa situación fue negada por el mismo presidente Evo Morales.

A través de un cable informativo de la Bolpress, se publicó una declaración de la comisión de comunicación de la marcha que indicaba:

“Hoy, 25 de septiembre, a horas 16:30 horas se inició un operativo policial y/o militar de cerco sobre el campamento del puente San Miguel a 5 kilómetros de Yucumo, donde estaban descansando alrededor de 800 marchistas, incluyendo más de dos centenares de niños y bebés.

Alrededor de las 17:00 horas empezó una despiadada gasificación contra la gente indefensa, lo que provocó una confusión total y por ese motivo empezaron a extraviarse y desaparecer muchos de los niños que estaban ahí acampados junto a sus madres.

Posteriormente efectivos de la policía procedieron a perseguir a la gente, a acorralarlos, golpearlos, quemando el campamento, gasificando mujeres embarazadas y deteniendo enseres personales de la prensa, obligaron a la gente a subir a camionetas para de esta manera, digna de la peor de las dictaduras, intervenir y acabar con la marcha.

Posteriormente, estas personas fueron obligadas a subir a buses que en número de ocho partieron con dirección a Yucumo, obligados por el bloqueo de caminos que ya está efectuándose en San Borja, donde la población salió a la calle enardecida una vez que circuló la noticia de la intervención a la marcha.

A la vez, tenemos información que son muchos los dirigentes y comunarios que se han refugiado en el monte, así como los que se encuentran detenidos amarrados en los buses, en el camino, hay madres desesperadas buscando a los niños. Algunos compañeros lograron escapar y llegaron a San Borja para refugiarse como el presidente de la Cidob, Adolfo Chávez.

Frente a esta situación urge que la ONU, la Defensoría del Pueblo, la Asamblea Nacional Permanente de Derechos Humanos y otros organismos nacionales e internacionales presentes en el país, GARANTICEN LA VIDA DE TODOS Y CADA UNO DE LOS MARCHISTAS, ESPECIALMENTE DE LAS MUJERES, NIÑOS Y BEBÉS, ante la brutal represión que sufrieron por parte del gobierno de Evo Morales, a la vez, deben exigir la inmediata libertad de detenidos en buses policiales, cuyo destino en estos momentos sigue siendo incierto.

Último momento: por confirmar la muerte de un bebé de 3 meses NN. (En este caso, nunca se confirmó la muerte del bebé).

También se ofreció una lista preliminar de niños y adultos desaparecidos:

Regional Cipoap: Pamela Monje (niña), Eolita Monje (niña), Thieri Paz (niño), Carmen Rosa Vargas (bebé), Cleise Vargas (niña), Yusara Malala (niña), Kareli Chupinavi (niña), Hugo Camama, Marcelo Matías, Raúl Antelo, Edilberto Duri, Ariel Duri, Kelly Padilla, Clever Vargas, Ricardo Vargas, Gustado Maeda, Betsabé Mariaca, Norberto Tuno, María Rodríguez, Juana Avellaneda, Manuel Rodríguez, Silvia Flores, Guido Monje, Robert Cepa, Arminda Ortiz, Henry Paz, Silencia Parada, Cóndor Monje, Ester Monje, Jaño Game, Roxana Humaday, Jesús Michiguene, Regis Ojopi, Santiago Barroso y Antonio Barroso.

Mientras que los dirigentes desaparecidos ese día fueron: Alberto Ortiz Álvarez (presidente de la Cirabo), Durimar Merelis (presidente de la Cipoap)”.

La única persona herida confirmada según el comunicado fue: Cinthya Sabené (Cirabo), aunque días después se conoció que Celso Padilla también sufrió una durísima agresión, que le ocasionó heridas de gravedad.

A la fecha esa situación no ha sido esclarecida y por el contrario originó un vacío en su gabinete, con la dimisión de los ministros de Gobierno y de Defensa, Sacha Llorenti y María Cecilia Chacón, respectivamente.

En una parte de la carta de renuncia de Chacón decía: “Asumo esta decisión porque no comparto la medida de intervención de la marcha que ha asumido el Gobierno y no puedo defender o justificar la misma, en tanto existan otras alternativas en el marco del diálogo, respeto a los derechos humanos, no violencia y defensa de la Madre Tierra. Las medidas asumidas, lejos de aislar a la derecha, fortalecen su accionar y manipulación dentro de la Octava Marcha con el fin de atacar el proceso de cambio que tanto ha costado a los bolivianos”.

LA MARCHA

La marcha de los indígenas después de la intervención policial, continuó. Se vieron más fortalecidos que antes y gozaron el apoyo de la mayor parte de la población boliviana, que repudió a través de distintas instancias el accionar del gobierno de Morales, que no es muy distinto en su forma de proceder a la de un gobierno de derecha.

Ese rechazo a la intervención policial se hizo evidente en las urnas, cuando el 16 de octubre, los bolivianos, no todos, dieron la espalda al poder del MAS, anulando su voto. Fue algo histórico, porque la ciudadanía se divirtió escribiendo una serie de adjetivos calificativos en contra del Gobierno.

La imaginación de los votantes al anular el voto, fue también original, se pegaron en las papeletas de sufragio, imágenes de la agresión de Yucumo. El voto nulo, fue calificado en el país como el voto “Tipnis”. Por primera vez en la historia desde que Evo está en el poder, perdía en las urnas y recibió el revés de Juan Pueblo.

Tres días después la marcha ingresó a La Paz en forma pacífica y en un momento histórico grabado en el corazón de los bolivianos.

EL RECIBIMIENTO

Desde muy temprano del 19 de octubre, los medios de comunicación social estuvieron pendientes de los marchistas, mientras que los paceños y bolivianos de distintas partes del país que habitan en la sede de gobierno, aguardaban con ansias la llegada de los denominados “héroes del medio ambiente”.

Los vecinos de La Paz organizaron un cordón humano para el recibimiento, también se movilizaron distintas organizaciones con la finalidad de brindar alimento, abrigo y agua a los marchistas. El Gobierno Municipal de La Paz preparó un recibimiento inolvidable en la Plaza Mayor de San Francisco.

La ruta establecida para la llegada fue pasando la tranca de Urujara, para seguir por: Calajahuira, Chuquiaguillo, Villa El Carmen, Villa Fátima hasta la Plaza Villarroel.

Se siguió por la avenida Busch, zona de Miraflores, por inmediaciones del estadio Hernando Siles. Calle Camacho, Ayacucho, Ballivián, Socabaya, avenida Mariscal Santa Cruz y Plaza Mayor de San Francisco.

Desde que los marchistas del Tipnis ingresaron a La Paz, el recibimiento de la gente fue impresionante y sin precedentes, pocas veces visto y que quizás hubiese tenido en su momento el mismo éxito o mayor, la “marcha por la vida” de los mineros en 1985.

Las muestras de afecto, cariño, solidaridad se fueron mostrando a lo largo de la ruta. Más de un millón de personas salieron a las calles para apoyar a los indígenas, a quienes les abrazaron, regalaron besos, estrecharon su mano, les dieron un espaldarazo.

Los estudiantes de los colegios se disfrazaron de animales de la selva y con una serie de carteles gritaron consignas como “El Tipnis no se toca”, por ejemplo. Fueron recibidos con música autóctona, música de instrumentos de metal, el papel picado caía de los edificios.

Una vez en el centro, las organizaciones sociales a la cabeza de la Central Obrera Boliviana (COB) fueron parte de la movilización que se unieron para circular por las calles de La Paz.

En las calles se escuchaban cánticos y consignas como: “Tipnis sí, Evo No”, “Esta marcha no es pagada”, “El Tipnis no se viola, violen a Linera”, “Evo a Chonchocoro, Linera a Obrajes (lugar donde está la cárcel de mujeres)”, “El Tipnis se respeta”, “Evo decía que todo cambiaría, mentira, mentira, la misma porquería” y otros que se pronunciaron al calor de la euforia.

El kilómetro cero de Bolivia, fue testigo de tan digno recibimiento. Extrañamente la marcha nunca pasó por la puerta del Palacio de Gobierno, pero sí rodeó las otras tres cuadras de la Plaza Murillo. La comitiva llegó a ese lugar a las 15:00 horas aproximadamente.

Otro hecho que llamó la atención fue la ausencia del presidente Evo Morales, quien coincidentemente ese día viajó a Cochabamba. La anécdota fue que ese día era el cumpleaños del vicepresidente Álvaro García Linera. Los marchistas dedicaron su llegada a La Paz, como un regalo para el mandatario, quien tampoco apareció públicamente.

Mientras la marcha se desarrollaba, fueron los jóvenes quienes condenaron duramente a los gobernantes, también se disfrazaron de animales de la selva y brindaron todo su respaldo a los indígenas.

Una vez que la marcha arribó a la Plaza San Francisco, fueron homenajeados por los paceños. El alcalde, Luis Revilla, les entregó las llaves de la ciudad. También fueron acreedores de un pergamino que fue entregado por los representantes que hicieron la vigilia en la mencionada plaza.

Cuando se desarrollaba la ceremonia de recibimiento, los marchistas fueron recibiendo todas las atenciones, se repartió pan, fruta, golosinas, medicamentos y hasta ropa. Los paceños en una actitud muy solidaria hicieron sentir al Tipnis como en su casa.

Por otro lado, los dirigentes indígenas condenaron duramente al Gobierno; con sus discursos, presentaron pruebas de los pertrechos utilizados en la “masacre” de Yucumo y fueron a devolver ese material a los policías. Asimismo enviaron mensajes de paz y pidieron solución a los 16 puntos planteados por los indígenas, pero principalmente, que no se realice la construcción de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos.

Al término de dicha actividad, los indígenas salieron aplaudidos y la gente no pudo contener sus lágrimas por las muestras del gran valor demostrado durante la marcha que duró 65 días. Lo que surge a partir de ese momento, es otra historia, pero la que le narramos se constituirá en histórica, porque los bolivianos saben que ante todo, está la dignidad de los pueblos y así lo demostraron.

Fuente: LA PATRIA
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