Sábado 22 de octubre de 2011
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El explorador que se comió a su perro
22 oct 2011
Por: Víctor Lenore – yahoo.es
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Benedict Allen es un famoso explorador británico, conocido por sus libros y programas de televisión. Realizó su primer viaje en 1982. Tenía solamente 22 años y se animó con los espesos bosques del Nordeste de Brasil. Su padre era piloto y él le admiraba tanto que quería un trabajo igual de emocionante.
Pronto aprendió dónde se había metido. “Tras cinco meses de intenso senderismo, pasando de una tribu a otra sin saber realmente lo que hacía, me crucé con los trabajadores de unas minas de oro que me atacaron por sorpresa”. Ahí comenzó la historia de lo que él mismo define como el mayor error de su vida. Consiguió huir de milagro al encontrar una canoa, acompañado por un perro callejero al que había adoptado al comienzo de su viaje.
Poco después una corriente volcó la canoa y perdió casi todo su equipaje. Se quedó solo en el mundo con su perro. Durante las tres siguientes semanas marchó sin rumbo, contrajo malaria y sintió lo que es el hambre.
La cosa llegó al límite: “Recuerdo haber dibujado en mi cuaderno una fantasía donde el perro y yo nos comíamos mutuamente. También hubo otro día en el que pensé que no podría ponerme de pie si no comía algo. El perro era lo único que tenía a mano. Lo cociné con mi kit de supervivencia y me sentí algo más fuerte, pero también más aislado y aterrado, sabía que había gastado mi última carta”. Milagrosamente, días después se topó con una granja donde le dieron comida y un remedio antimalaria.