Sábado 22 de octubre de 2011
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El Estado desde la época republicana ha sido apetecido por diferentes organizaciones o grupos de poder económico, especialmente de la élite mestizo – criollo quienes manejaban los recursos económicos del Estado a su antojo, la clase dominante tenía intereses económicos y políticos con fines netamente particulares o de pequeños grupos quienes regentaban el poder, favoreciendo la producción y los ingresos para aumentar el patrimonio del sistema capitalista con el eslogan de modernizar y buscar el progreso y el desarrollo del Estado de Bolivia, pero en los hechos reales fue una flagrante mentira y engaño.
Que el modernismo y posmodernismo exige el progreso del país a la par de otros estados, donde implementan diferentes medidas como una simulación para confundir a los trabajadores de la clase media, obrero popular y los indígenas campesinos, quienes cada vez tienen menos ingresos para el sustento de sus hogares o para llevar el pan del día para sus familias. La situación fue insoportable y constantemente los indígenas se organizaron para contrarrestar y buscar espacios de poder en los mandos medios y operativos y desde ahí organizarse y concienciar a las bases para exigir los derechos como oriundos de este sector de América Latina, conforme a los postulados de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), los intentos han sido sofocados, en algunos casos los líderes indígenas han sido encarcelados y hasta asesinados.
