Seguramente entre muchas y malas noticias que diariamente acumula el Gobierno nacional, una publicada recientemente ha debido colmar las expectativas de quienes insisten en los niveles superiores que nuestro país está entre los que tienen su economía asegurada o por lo menos muy bien respaldada.
Se trata de la información que surgió de manera coincidente, casi junta para señalar que la Aduana Nacional logró un récord de recaudaciones en la presente gestión superando el nivel del pasado año en una proporción del 42,21 por ciento, sin haber llegado aún a fin de año.
En lo que corresponde al Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), el informe establece que hasta el mes de septiembre alcanzó a recaudar más del 90 por ciento de su estimación de la presente gestión, lo que significa que en cuatro meses más, hasta el cierre de gestión, habrá logrado otro récord de recaudación
En la Aduana Nacional su ejecutiva se mostró satisfecha al confirmar que el superávit superior al 40 % de recaudación, que sobrepasa los 2 mil 194 millones de bolivianos, fuera de la recaudación exclusiva de los autos “chutos” representa un logro altamente positivo para incrementar los recursos del Erario Nacional.
En el caso de los impuestos nacionales la Ley Financial establece un “techo de recaudación” de 24 mil 978 millones de bolivianos para la gestión, empero resulta que sólo en nueve de los doce meses el SIN recaudó ya 22 mil 523 millones de bolivianos, que satisface plenamente la expectativa por lo que significa la recaudación tributaria en el país, a través de los dos sistemas recaudadores, la Aduana y el SIN.
Si para las autoridades del gobierno esos logros tributarios aseguran el incremento presupuestario del TGN y permitirá una mayor expansión de los proyectos de desarrollo nacional, para la ciudadanía común que espera vivir mejor se mantiene la gran incógnita… ¿dónde van los impuestos y cómo mejoran la calidad de vida de los bolivianos?
Es la pregunta de millones de ciudadanos que sólo escuchan, ven o leen sobre las interesantes cifras, a las que además se suman aquellas de las reservas internacionales, sin embargo los salarios no logran equilibrio con el costo de la canasta familiar que está en permanente ascenso, no disminuye la cantidad de los bolivianos empobrecidos, persisten las deficiencias generales en los planes de saneamiento básico en todas las ciudades y en gran parte de las comunidades rurales nadie sabe el destino real de los impuestos.
Naturalmente que resultaría muy difícil, casi imposible que sólo los impuestos solucionen los problemas nacionales, pero se entiende que ésta importante fuente de ingreso saneada para el TGN debería tener un uso práctico y absolutamente limpio, como para incentivar a todos los bolivianos a cumplir con el pago de impuestos, sabiendo que…del mismo cuero salen las correas.
En los dos organismos recaudadores se mencionan buenas recaudaciones y eso es muy bueno, pero al mismo tiempo hay que recodar que justamente en las dos instancias hay todavía mucho por trabajar como universalizar el sistema de impuestos, mejorar las condiciones de trabajo del personal de aduana, evitar la supresión de impuestos a sectores productivos e impulsar un proyecto equitativo y técnicamente adecuado a las condiciones de la economía boliviana para evitar la evasión tributaria.
Fuente: LA PATRIA
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