Jueves 20 de octubre de 2011
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Una gran victoria ciudadana marca el final de una polémica elección. Y la democracia de nuestro país vuelca la página de una voluntad en marcha: La individualización del Poder de Estado.
Dotarle al Poder Judicial… ¡¡¡De una organización propia!!!... El manejo personalizado del Poder de Estado queda rechazado. Aquel poder que maneja un hombre, concentrando en sí mismo no solamente todos los instrumentos del poderío, sino todavía la justificación de la autoridad. El compromiso que surge está referido a que los Poderes del Estado son independientes por decisión del pueblo y, a mayor abundamiento, consagrado en la Constitución Nacional. No puede ser que con uno u otro “pereque” se elija a los “magistrados” así sea, con miles de votos y se persista en manejar, manosear otro Poder del Estado: El Poder Judicial. Tampoco es posible que se promueva “como un avance democrático” unas elecciones antiéticas y espurias, con un organismo técnico electoral oficialista.
La novedosa y “compleja” elección de magistrados de la que se dio marcada cuenta, aún por observadores “andinos”, no tiene precedentes en la historia boliviana, al menos con restricciones a los medios de comunicación, sin debates a propósito de proyectos… todo lo cual ha derivado en una extrema ignorancia de la población. En efecto, no se “conocía” a candidato alguno, todos muy brillantes pero igualmente incapaces para no comprender que no se hacen elecciones para Magistrados. Ellos son el producto de una organización propia (El Estatuto de la Magistratura) que en 30 años de trabajo sobre la misma materia, peldaño tras peldaño ascienden hasta la Corte Suprema…