Despojado de mi motocicleta Harley Davidson por mi comadre Macacha quien se la llevó al Chapare persiguiendo a una deudora que pretendió estafarla, no me quedó más remedio que dirigirme a la ciudad de El Alto en una vagoneta oficial último modelo perteneciente a mi amigo el famoso yatiri Uayruru recientemente designado Inspector Electoral de La Paz y el Alto.
Ya podrán adivinar la felicidad que sentí como periodista al asistir a una gran fiesta que los yatiris celebrarían anticipándose al triunfo de los oficialistas en las elecciones judiciales que se celebrarán mañana Domingo.
Mi entusiasmo fue mayor porque ayer Viernes desde las Cero horas regía la prohibición de ingerir bebidas alcohólicas, cual manda el Auto de Buen Gobierno emitido por el Gobernador de La Paz, señor Cocarico.
Al mencionarle al brujo andino Uayruru esta infracción a la ley, él sonrió y me dijo: “¡Esa prohibición estará bien para los demás pero no para los que estamos gobernando, de manera que “meta cumbia y adelante con los faroles!”
Los salones del Naiclú “Malena” estaban rebosantes de público entusiasta que celebraba anticipadamente el triunfo dominguero.
Sentado a la mesa de mis amigos yatiris, contemplaba cómo bailaban las parejas y extrañaba a buena comadre cochabambina, ausente por razones de trabajo, hasta que se me acercó la más audaz de todas pidiéndome bailar con ella. Con todo respeto rechacé su invitación y le dije: “Muchas gracias… pero yo no bailo con cholas ajenas…”
El yatiri Calimán me invitó una copa de champú francaise y me dijo: “Brindo por todos los crudos que votarán cuando los ganadores ya fueron elegidos por la mayoría masista de nuestra Asamblea Legislativa hace varios meses…”
Yo quise decirles que esta fiesta anticipada era un insulto más a la inteligencia de nuestro pueblo, pero no me dejaron hablar porque ese momento llegó un señor que dijo ser representante del Tribunal Supremo Electoral, y todos se le inclinaron reverentemente mientras corría la voz de que el señor Ovando era gran amigo del presidente Evo, un brindis que me gustó fue: “Salud por los incautos que piensan que elegirán y sólo votarán”, pero la gente ya estaba tan “mariachi”, o tan “mameid” otan duraznillo o tan mamerta que casi nadie lo entendió . El yatiri Titirico, pariente del Gobernador Cocarico quiso darnos a entender que no habíamos respetado el Auto de Buen Gobierno impartido por la Autoridad, respondiéndole un parroquiano desconocido: “Es que el Auto de Buen Gobierno es un Auto Chuto dictado para unas elecciones judiciales también chutas que nombrarán autoridades judiciales también chutas…”
Así pude conocer con anticipación de 48 horas un pronóstico acertado de unas elecciones en las que nuestro pueblo no elegirá a nadie porque el chanchullo ya fue consumado.
PAULOVICH
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