Lo que el pueblo esperaba desde hace mucho es que el Gobierno defina su línea de trabajo y establezca lo que allí definen como “agenda social”, la que por fin surgió dadas las condiciones de presión social que se planteo desde diversos sectores, motivados todos en un movimiento de defensa de las recomendaciones de la propia Constitución.
La referencia es precisa al señalar que hay una marcha que se ha detenido momentáneamente en una localidad muy próxima a La Paz sólo para dar cumplimiento al requisito ineludible de respetar un proceso electoral en base a la aplicación de un “Auto de Buen Gobierno” que rige antes y después del proceso de concurrencia ciudadana a las urnas y el inmediato escrutinio.
Hay otro componente interesante en esa materia de presiones para que el Primer Mandatario decida hablar de una “agenda”, es la que también se plantea con la misma marcha de los indígenas del Tipnis, que demandan el cumplimiento de la Constitución en lo que corresponde por ejemplo “a la consulta previa” cuando se trate de afectar de algún modo, tierra y territorio de los pueblos originarios, sea cual fuese el motivo de tal afectación.
Se ha dado pasos de emergencia bajo la misma condicionante que establece un fuerte movimiento social y se aprobó una “ley corta” que reconoce implícitamente el error cometido y subsana ahora esa consulta previa, posición que sin embargo ya no la admiten los afectados pero que de todos modos muestra una condición positiva de “enderezar” lo que estaba torcido.
En esa misma lógica parece que por fin las autoridades del conjunto gubernamental han establecido la necesidad, la urgencia de dedicar su atención específica al establecimiento de una “agenda social” que estará dirigida al desarrollo nacional, “priorizando” las necesidades del país y “optimizando” sus recursos económicos.
El complemento especial y estratégico en este “cambio de timón” lo remarcó el Mandatario al indicar concretamente que “la agenda de octubre del 2003 ya fue agotada y se precisa otro plan de trabajo en el marco de un nuevo mandato”.
Si eso significa que se agotó la “agenda política” y que ahora comienza de veras el tratamiento de una agenda para encarar el desarrollo nacional, las cosas pueden cambiar siempre y cuando se de muestras claras de tal intención y no sean sólo llamadas de atención circunstanciales frente a las presiones sociales de los últimos días.
El reto ha sido lanzado de manera oficial ante una concentración partidista, pero que igualmente trasciende a los otros sectores de la comunidad que han estado de verdad esperando que de una buena vez se de un cambio práctico en el programa de gobernabilidad de modo que ahora afloren en el Gabinete las ideas, los planes, los proyectos, las determinaciones concretas para agilizar el impulso al sistema productivo en su conjunto, dejando de lado la pérdida de tiempo en apagar las fogatas de política interna partidaria.
Hidrocarburos y minería, fuentes de empleo y justicia social, respeto a la democracia, las leyes y los derechos humanos, ataque a la corrupción en general, pero sobre todo extremar la capacidad del equipo gobernante en la estructuración de un programa de desarrollo económico y social de pronta aplicación… esas podrían ser las características de una nueva agenda nacional.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.