Hermosos pumas son atracción de los visitantes en el Zoológico

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Cuatro hermosos pumas, Huari, Cleopatra, Yara y Kantuta, son una de las máximas atracciones de los visitantes del Zoológico Andino Municipal de la ciudad de Oruro.

Su porte y su comportamiento llaman la atención de propios y extraños. El puma más antiguo es hembra y su nombre es Cleopatra, llegó del Norte de Potosí, después de caer en una trampa. Tenía una de las patas malheridas, sin embargo, el personal del zoo se encargó de darle el tratamiento necesario para su recuperación, ahora es madre de Yara y Kantuta.

En el caso de Huari, llegó cuando era una cría al parque, fue atrapado, según se cree que en su madriguera, pero para que no caiga en malas manos, fue recuperado y llevado al parque.

Allí en sus primeros años fue criado como una mascota, deambulaba por el parque y estaba muy acostumbrado al personal del zoológico, además de algunos amigos humanos que tenía y que lo visitaban con frecuencia.

También tenía la costumbre de abalanzarse sobre sus amigos y quedarse abrazado en su hombro. No sacaba las garras y era bastante amistoso. Al sonido de su nombre, Huari respondía con un rugido. Actualmente lo hace pero ya no con frecuencia.

La pareja Huari y Cleopatra procrearon a dos hermosas pumitas, Yara y Kantuta, sin embargo, tras ese nacimiento fueron separados, para que el macho no lastime a sus crías, ya que en una anterior oportunidad, Huari por tratar de jugar con su primera cría de nombre Wara, la lastimó y le provocó un problema nervioso y cerebral, ocasionándole la muerte.

Con esos antecedentes fue separado y vive en otro cubil, pero contiguo al de las tres hembras. Las dos hijas pumas son tan aguerridas como la madre, hurañas y hasta salvajes, son poco sociables con la gente, pero entre ellas, se llevan muy bien, juegan revolcándose en el espacio que tienen y nunca hasta la fecha se ha tenido conocimiento de que haya existido algún problema entre estos ejemplares.

Los pumas acostumbran a pararse al borde de su cubil, que está separado por un espacio hacia el sector de observación para el público. En el caso de Huari, le gusta estar en la parte más alta de su ambiente, donde se ornamentó su cubil, rodeado de la vegetación que tiene en el lugar.

Todos esos aspectos hacen que estas especies se vean atractivas a la vista y sean uno de los sectores más preferidos por los niños y adultos.

Fuente: LA PATRIA