Colillas de cigarrillo no son benéficas para las plantas

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Si bien la ceniza que queda de un cigarrillo, no genera mayor problema al ser depositada en la tierra donde crecen plantas y por el contrario se considera que en cantidades adecuadas es útil para fortificar los contenidos de hierro en la tierra, pero el material inorgánico de las colillas del cigarrillo no es nada saludable para especies forestales.

Más allá de ser un material dañino, estos desechos generan un mal aspecto en el entorno de la planta, existiendo casos en los que los fumadores confunden las macetas con basureros o ceniceros para dejar en ellas estos desperdicios.

Los filtros de los cigarrillos están fabricados de acetato de celulosa, un tipo de plástico que tarda mucho en degradarse en el medio ambiente. Una colilla de cigarrillo típica puede durar desde 18 meses a 10 años en descomponerse. Estos desperdicios contienen trazos de toxinas como plomo, arsénico y cadmio, sustancias que pueden infiltrarse en el suelo y las aguas subterráneas.

Otra variedad para aprovechar el tabaco consiste en regar las plantas una vez al mes con el agua donde han permanecido varios cigarrillos y por lo menos por dos días, para luego con ese líquido con contenido de nicotina reconocido como una especie de insecticida rociar las plantas para combatir plagas.

La medida más estandarizada es de cinco por litro de agua, la cual se aplicará durante cuatro días. Con esta disolución de tabaco se puede mantener a raya insectos como la cochinilla o la mosca blanca, a la vez de ser un rico aporte de abono para las plantas.

En el sitio web hogartotal.com se aconseja recoger las cenizas que queden en la chimenea para nutrir las plantas con potasio y fósforo, pero regando las plantas con agua que contenga estos componentes para que puedan filtrarse en la tierra. Lo mismo puedes hacer con la ceniza de los cigarrillos, pero en poca cantidad.

Fuente: LA PATRIA