La carretera destruirá el bosque y a sus habitantes

El empecinamiento del gobierno del presidente Morales de construir una carretera que parta en dos el corazón del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), tendrá como efecto, a corto y mediano plazo, la destrucción del bosque, de sus animales y lo que es peor, acabará con la cultura de los pueblos que lo habitan decretando, irremediablemente, su extinción.

Estos efectos extremos seguramente no han sido analizados por los asesores del Mandatario que, por otra parte, “le mete nomás” esperando que luego, sus abogados compongan sus desaciertos legales.

La Constitución Política del Estado aprobada por el Gobierno a costa de muertes y en escenarios diferentes (Sucre y Oruro), establece con meridiana claridad la consulta previa que el Gobierno no ha cumplido.

Este es el reclamo de los indígenas marchistas que, por otra parte, fueron brutalmente reprimidos por instrucciones gubernamentales llegando al extremo de privarles del derecho más sagrado después del de la vida, el derecho al agua.

Según este documento, la carretera que se construirá pese a la histórica marcha de los indígenas que ya están prestos a ingresar a la ciudad sede del Gobierno, sumada a la actividad petrolera, “modificarán las actuales condiciones de vida de numerosos pueblos indígenas con el riesgo de hacerlos culturalmente inviables, estableciendo un modelo de desarrollo que impulsará la economía de mercado competitiva que no corresponde al modo de vida indígena”.

Pero además, la carretera traerá consigo el avance de los llamados colonos, quienes en realidad son cocaleros, los que sembrarán la planta, materia prima para la fabricación de cocaína, lo que queda del parque.

Junto con ellos llegarán los madereros que explotarán la inmensa riqueza maderera de la zona provocando al mismo tiempo la extinción de fauna y flora, única en su género en el mundo.

Este modelo de desarrollo contradice radicalmente con el pregonado por el presidente Morales en sus reiteradas giras alrededor del mundo donde se explaya difundiendo el respeto por la Madre Tierra (Pachamama) lo que en los hechos no se cumple.

Por lo anotado urge una acción solidaria para salvar el Tipnis de la depredación salvaje al que está expuesto por quienes “le meten nomás” contradiciendo sus propios argumentos.

Fuente: LA PATRIA