Sábado 08 de octubre de 2011
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Editorial y opiniones
¿Es o no es verdad?
Las réplicas sísmicas
08 oct 2011
Por José Gramunt de Moragas, S.J.
El amable lector seguramente habrá lanzado alguna vez una piedra a una superficie de agua, sea el mar azul, un lago cristalino, una diminuta laguna o un charco de agua sucia, y pudo ver cómo se producía un leve oleaje en forma de círculos concéntricos. Así ocurre con los movimientos sísmicos reales que tienen sus réplicas alrededor de su epicentro. Así también lo estamos registrando en estas últimas semanas, desde que el pasado 15 de agosto los originaros del Parque Nacional Isiboro-Sécure empezaron a marchar rumbo al Palacio de Gobierno.
La primera réplica se registró en la casa del presidente. Evo Morales se atrincheró detrás de la muralla intransigente de que “el camino se construirá pese a quien pese”. A partir de ese momento, fracasaron todos los intentos de diálogo. Los orientales exigían negociar con el jefe de Estado y éste no se movía de su asiento presidencial y enviaba a sus palafreneros.
La segunda réplica fue el domingo 25 de setiembre cuando la policía asaltó al grupo itinerante, y cometió toda clase de violaciones a los derechos humanos de los indígenas de tierras bajas. Lo peculiar de esta réplica es que sus autores intelectuales permanecieron en el secreto del Presidente y como secreto de Estado. Simultáneamente se produjo la crisis de gabinete: Renunciaron la digna ministra de Defensa y la directora de Migración (dependiente del ministerio de Gobierno). Dimitió el veterano viceministro de régimen interior. El ministro de Gobierno tuvo que ser destituido si mayores remilgos, porque a Don Evo y a García Linera no les deba la real gana de revelar el nombre y cargo de la persona que dio la orden de atacar a los marchistas. Una masacre blanca en la propia casa.