Cuestión de conciencia

El cuidado del medio ambiente, sea desde la más mínima actividad humana hasta el movimiento generado por las grandes industrias, es una responsabilidad de bastante envergadura para todos los que habitamos el planeta.

Existen diferentes disposiciones a nivel internacional, nacional y municipal impuestas con ribetes de advertencia y sanción, referidas a la responsabilidad colectiva de cuidar el medio ambiente, nuestra casa, la Madre Tierra, o como se quiera denominar a la maravillosa naturaleza que existe en el planeta; pero aún cuando sea una “Ley de Dios”, siempre habrá quienes intenten infringir la norma, aún cuando esto represente un atentado hacia sus propios hijos.

Por idiosincrasia, muchos sectores de la población boliviana tienden a vulnerar las normas, para encontrar un recoveco, que ampare su infracción y su ignorancia respecto al daño provocado al medio ambiente.

Caminar por las calles y peor aún visitar las plazas y parques de la ciudad, provoca un sentimiento de desazón y de impotencia, pues no hay espacio público que esté invadido de basura. Por más que el personal de limpieza pase noche y día limpiando el lugar, siempre habrá inconscientes que se ocupen de ensuciar. A eso se denomina falta de educación ciudadana.

Otro capítulo aparte son las industrias, sean del rubro que fuere, que a partir de la emanación de gases producto de su propia actividad contaminan el medio ambiente, sin darse por enterados o mejor ignorando la existencia de normas que reflexionan sobre el cuidado del medio ambiente. A esto se suma el parque automotor, fuerte agente contaminante, sin que los propietarios de los motorizados hagan algo por frenar este atentado y mejorar las condiciones de funcionamiento de sus vehículos.

Fuente: LA PATRIA