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Domingo 02 de octubre de 2011

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Revista Dominical

La historia de “Gerardo” el guerrillero

02 oct 2011

Fuente: LA PATRIA

Por: Dehymar Antezana - Periodista

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El sueño de tener una Patria libre y como uno quiere, es prácticamente una utopía, en fin, siempre lo fue porque la realidad es muy distinta a la que uno sueña.

Y eso fue lo que pasó en 1967, cuando las ideas revolucionarias, mal planificadas, improvisadas y sin un lineamiento político trataron de hacer ver como el snobismo de la época y como la salvación de un pueblo. Esa situación, le costó la vida a uno de los personajes más idolatrados desde esa época hasta nuestros días.

Una imagen que la muestran incluso comparándola con la del Libertador Simón Bolívar, situación más falsa, porque ese personaje al que mencionaremos su nombre fue solo un espejismo, un producto de la imaginación de unos cuantos “locos” que trataron de cambiar el mundo matando inocentes.

No por algo fue llamado en su país como el “carnicero de la cabaña”, quien a nombre de revolución mató a decenas de personas, que no compartían su ideología y llegó a Bolivia con ese mismo propósito, para hacer escarnio de un lugar que no le correspondía y que por culpa de su presencia, el Ejército arremetió contra los mineros en la llamada “masacre de San Juan”.

Incluso ahora se toman en cuenta sus arengas como algo muy nacional, que irracionalidad, “patria o muerte”, ni siquiera esa frase le perteneció a él, sino que la adoptó de la revolución mexicana, cuando Pancho Villa fue un verdadero ícono de la revolución en Latinoamérica.

No interesa lo que digan sus seguidores, pero sabemos que la historia tarde o temprano lo juzgará. Lo bueno de todos estos hechos, es que él mismo dejó en su diario inscrito los desaciertos de su incursión.

Pero no solo está su diario, están también las noticias publicadas en esa época, los testimonios de gente que lo siguió y de uno muy especial, que vivió la desilusión de conocerlo y estar a su lado, y quien daría todo por decirle ahora, que todo fue una farsa.

Ernesto Che Guevara nunca supo lo que quería, nunca tuvo una estrategia revolucionaria y solo fue una equivocación del destino. En qué nos avalamos para decirlo, en la historia de “Gerardo”, el guerrillero que estuvo a su lado y compartió la invasión de Ñancahuazú.

EL GUERRILLERO

Eusebio Tapia Aruni, conocido como “Gerardo” por la guerrilla es hijo de la cultura aymara, natural del departamento de La Paz, comunidad Suripanta de la provincia Ingavi, cuya capital es Viacha.

Su niñez la pasó en el campo pastando ovejas y ayudando a su padre en la cosecha de productos andinos. Cuando cumplió el cuarto de primaria, sufrió el infortunio de perder a su madre.

Entonces, aparece un pariente de nombre Apolinar Aquino, quien inculca en el pequeño Eusebio el hábito por la lectura y el estudio. Pero también formó en él ideas revolucionarias, como la justicia social, que actualmente no existe.

El tío inclinó al sobrino a seguir por la línea del comunismo, pese a que el pequeño niño estaba formado bajo la base del catolicismo, por lo que había un temor en él, porque el comunismo tenía como acérrimo rival a la religión.

Pasan los años y pese a que Eusebio trataba de mantener su línea, cambió repentinamente cuando se dedicaba a la repartición de cartas. Un día llevó una a un cura, quien vivía en una casa lujosa y con sirvientes, mientras él apenas tenía unas abarcas como zapatos.

Entonces, le dijo a su tío para seguir la línea del Partido Comunista de Bolivia (PCB), quien ya se inscribió a unja célula de este partido, organizada en Viacha y dirigida por el “Inti” Peredo.

En una fiesta del partido en La Paz, llegó un campesino muy empapado debido a la lluvia torrencial que caía ese día, uno de los profesores que estaba en el acontecimiento se sacó su abrigo y compartió con el trabajador del agro que llegó de Irupana. Fue un impacto para Eusebio y observó que un k´ara obsequió su sobretodo a un campesino.

En 1966 Eusebio destacó en el Partido Comunista y se ganó la confianza de quienes estaban en esferas superiores. Tras las elecciones de 1966, a fines de agosto el “Inti” Peredo, lo contacta con Aniceto Reynaga, quien era responsable del grupo juvenil en La Paz y con el primer secretario del PCB, Mario Monje Molina.

Monje trató de desanimarlo en la incursión revolucionaria, quien le indicó que se pierde la vida y la familia. Eusebio convencido de sus convicciones se enlistó en el proyecto subversivo se une a otros dos jóvenes en Alto Obrajes, el 1 de septiembre de ese año.

Fabricaron cacerinas de metralletas y estaban rodeados de armamento, posteriormente, un mes después salieron de La Paz para hacer una expedición en los Yungas con el “Ñato” (Lucho) y el “Camba” (Orlando Jiménez). Pasan a Alto Beni y compran dos lotes, donde supuestamente ahí debía haberse instalado la guerrilla.

“Gerardo” quedó abandonado por sus otros dos amigos en ese lugar, posteriormente, retorna a La Paz y se encuentra con el “Rodo” (Rodolfo Saldaña) y otros dirigentes responsables del PCB.

Cuestionaron su presencia en La Paz, al mismo tiempo, lo tomaron como un favor, ya que “Gerardo” tenía que acompañarlos a otro viaje. Antes de la partida, no permitieron su presencia en el aniversario del PC, el 17 de enero de 1967.

EL VIAJE

Dos días después parten de La Paz en un Jeep que era conducido por el “Coco” Peredo, iban “Walter”, “Benjamín” y “Gerardo”. En San Pedro se despidió el “Rodo” y el camino continuó hasta Cochabamba. Posteriormente, prosiguieron el viaje por la carretera a Santa Cruz, sin embargo, antes deciden hacer una parada en el Totoral y desvían hacia Chuquisaca. Tras largas horas de viaje llegaron al cruce Ipati, entre Santa Cruz y Camiri. Luego ingresaron a Lagunillas para dirigirse a Ñancahuazú.

El “Coco” saca una metralleta debajo de su asiento e indica que a partir de ese momento se debía estar preparado para todo. Más tarde se dirigieron a la hacienda El Pincal de Algarañaz. Allí reciben órdenes de que se recuesten y se tapen con unas lonas para que parezcan una carga.

Al día siguiente se encontraron con “Serapio” (Serapio Aquino) y el “león” (Antonio Diomínguez), luego juntos se internan a un campamento situado a unos 500 metros. Ahí apareció una patrulla de guerrilleros armados, integrada por bolivianos y cubanos. Se repartieron las mochilas y caminaron por el monte, cruzaron ríos y llegaron al campamento central, donde se encontró con otros compañeros conocidos, y otros muy desconocidos y desconfiados, entre ellos, el “Ramón” (Ernesto Che Guevara), quien no pudo comunicarse como quería “Gerardo”, por su léxico. Además que “Gerardo” lo llamó camarada, aspecto que no estaba en el diccionario del cubano.

El joven guerrillero no sabía que estaba junto al “Che” y tampoco nadie le dijo nada. Solo vio como uno más del grupo. El aspecto del líder era interesante, porque tenía una boina negra en la cabeza, leía un libro, estaba cubierto de un impermeable verde olivo y sus botas de militar.

Al día siguiente, continuaron la caminata y “Gerardo” fue llevado a la retaguardia, una vez que les entregaron las armas. Ahí estuvo junto al “polo” (Apolinar Quino), quien le decía que iba a triunfar la guerrilla porque estaban junto a un tal Chavarría, argentino que era muy famoso. “Gerardo” no sabía hasta ese momento de quien hablaba, porque nunca le hablaron de Guevara.

El 25 de enero, llegaron a la casa de Calamina y horas después se encontraron con el orureño, Moisés Guevara y Loyola Guzmán, quienes son contactados con “Ramón”.

A partir de ese momento, las expediciones eran constantes del territorio que rodeaban los guerrilleros, cuando llegan al Río Grande tratan de cruzarlo, en ese intento cayó “Benjamín”, quien murió ahogado. Al retorno, vuelven a perder a un segundo miembro, “Carlos” quien era el mejor nadador. Antes de empezar la guerrilla, ya había dos bajas. Fue una señal porque simultáneamente se van del grupo dos seguidores del “Che” y el grupo armado es descubierto por el Ejército boliviano, a través de la Cuarta División.

“Gerardo” no entendía el porqué peleaban contra los burgueses, si en su grupo de guerrilleros había gente con esas condiciones, entre ellos, el “Che” y “Tania”.

El 23 de marzo se realizó el primer combate formal contra el Ejército Boliviano, se producen varias bajas nacionales y los guerrilleros llegan a tener acceso al armamento de los militares.

Dos días después, se reúnen los guerrilleros y formalizan la fundación del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Ñancahuazú, en homenaje al primer combate que fue victoria para los guerrilleros.

El segundo combate ocurrió en Iripití, el 10 de abril, allí pereció el “rubio”, quien era el primer cubano que había caído en territorio nacional. La comitiva subversiva abandona a 17 de ellos en el campamento central.

El objetivo era dirigirse a Muyupampa para despachar a uno de ellos, quien debía conseguir apoyo internacional. Sin embargo, nunca regresaron.

A fines de abril, “Gerardo” se estrenó en el combate y estaba junto a “Marcos” otro cubano líder del grupo y quien tenía una ametralladora 30-30.

A medida que pasaban los días el Ejército comenzó a rodear a los guerrilleros, pero en el grupo comenzaban a escasear las provisiones, por lo que tenían que descuidar a los militares para ir a comprar a la casa de los campesinos, quienes daban información de la guerrilla.

El “Pepe” (José Velasco Montaño) cayó en manos del Ejército a fines de mayo en Inti y fue asesinado, quien antes proporcionó muchos datos tras ser torturado.

Mientras tanto, la guerrilla se trasladaba por seguridad de un campamento a otro. El 10 de julio, cuando la guerrilla huía aparentemente del Ejército, cayó en manos de otro grupo de militares, muere “Serapio” al recibir la ráfaga de una metralleta.

El grupo se separó y quedaron solos “Gerardo” y el “Chingolo” (Hugo Choque).

Todo estaba perdido, para los guerrilleros, ya que el 25 de julio fueron capturados por civiles y luego entregados al Ejército. Era la Compañía Campos comandada por un tal My. Sánchez y Cap. Ocsa.

Se encargaron de llevarlos a Perillas, campamento militar. Luego en Lagunillas son torturados y se encarga en persona, el comandante de la Cuarta División, Cnl. Enrique Terán con ayuda del My. Echeverría, My. Víctor Castillo y otros oficiales, como Javier Hinojosa, conocido como el “lince”, por ser sanguinario.

RAMÓN

“Gerardo” sin saberlo caminó durante 50 días junto a “Ramón” (Che Guevara), comió con él y fueron compañeros de campamento, hablaron lo necesario. Con el paso de los días, cuando se rompió la estrategia de los guerrilleros, vanguardia, guardia y retaguardia, se juntaron todos.

Ahí “Ramón” le preguntó a “Gerardo”: ¿Cómo está la moral? A lo que respondió el joven de Viacha “más o menos”. Esa respuesta no gustó al Che, quien se separó de él por la mala respuesta.

Para “Gerardo” la pregunta pensó que se refería al morral que se llevaba bajo el brazo a la escuela, haciendo referencia a la mochila, ya que por cuatro días no habían probado bocado precisamente por escapar del Ejército boliviano.

Pero Guevara se refería al valor, al espíritu.

Los guerrilleros tenían distintos contextos de preparación y “Ramón” involucró a los novatos a la altura de los guerrilleros cubanos y exigió que rindan con la misma capacidad.

Para “Gerardo”, el Che designaba tareas por persona o grupos. Pero también consideró que el gran error fue que nunca les explicó el objetivo de la guerrilla.

“Nunca me habló el Che de la filosofía de la guerrilla. Yo pensé que estábamos ahí, en busca de la justicia y libertad contra el Ejército represor del Gral. Barrientos y del imperialismo norteamericano”, afirmó.

EUSEBIO

Pasó casi medio siglo de la guerrilla en Bolivia, y ahora “Gerardo” o mejor dicho Eusebio Tapia, afirma que si en su momento hubiese conocido el propósito de Ñancahuazú, en su momento habría discutido con el Che, política e ideológicamente de la acción guerrillera.

“Quizás hubiésemos coincidido en muchas cosas y quizás no, como que el Camba le observaba, pero él discrimina al Camba y lo tipifica en su diario, como cobarde, inclusive. Posiblemente hubiéramos llegado a eso”, afirmó.

Eusebio asegura que el Che fue un aventurero y que si bien hubiese triunfado la guerrilla, no hubiesen sido liberados los componentes de las culturas originarias, aymaras y quechuas.

“En su diario nos discrimina a los componentes de la guerrilla, que somos quechuas y aymaras, entonces, el Che Guevara vino a liberar al mestizo, al criollo y no a los pueblos originarios. Me siento en la actualidad, haber sido utilizado por la guerrilla del Che y como muchos otros. En Cuba dicen que hay una revolución socialista, pero hasta ahora no podemos ver un ministro de color o diplomáticos negros, de muestra creo que hay un dirigente negro en el partido comunista, entonces, hay una clara discriminación social en el colonialismo como en el socialismo”, concluyó.

La historia da la razón de los hechos y juzgue usted lo que pasó, pero no para criticar, sino para cambiar el pensamiento errado que se enseña en las universidades, metiéndonos por los ojos a un héroe de historietas, quien nació en el tiempo equivocado y vino al lugar equivocado, a matar a nuestros compatriotas.

Fuente: LA PATRIA
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