El Capitolio vibró al ritmo de la Poopó

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Con elegancia luciendo el tradicional traje rojo y blanco y al ritmo de la diablada acompañados de danzarines de la “Ferro” los integrantes de la Banda Intercontinental Poopó, el 4 de septiembre, irrumpieron en la explanada de las dependencias del Capitolio en Washington capital de los Estados Unidos muy cerca de la Casa Blanca.

La blancura de la fachada del principal ícono del país del Norte, lugar donde sesiona el Congreso de Estados Unidos, contrastó por un lado y por otro se confundió con el color del uniforme de la Banda Poopó, que con orgullo representa a la provincia del mismo nombre, a Oruro, a Bolivia y a la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, como es el Carnaval de Oruro.

“Ha sido una especie de baile – retreta. La gente bailaba, nos pedían nuestros instrumentos, vimos cómo muchos llegaron de otros Estados para ver la presentación. Los bolivianos siempre eligen estas manifestaciones para celebrar y mostrar lo que es Bolivia. Fue realmente una maravilla y para nosotros un orgullo. Era un recibimiento tremendo, desde el aeropuerto nos perseguían y la gente derramó lágrimas al escuchar la música boliviana en banda. Vimos que valoran mucho nuestra música, fuera de las fronteras”, narró Abel Gonzáles, directivo de la “poderosa Poopó”.

Fue a iniciativa de “Bolivian Festival” que los músicos de una de las bandas más representativas y que forman parte del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, asistieron para amenizar la presentación folklórica en la vigésima cuarta versión del afamado festival en el que participan cerca de 5.000 bailarines, presentando al público estadounidense una fracción de la riqueza cultural de Bolivia.

Por testimonio de Abel Gonzales, directivo de la “poderosa Poopó”, la demostración folklórica para un público masivo, al margen del espectáculo ofrecido en el Capitolio, se realizó en un escenario que alberga a por lo menos 30.000 personas, quienes se contagiaron y vibraron con los ritmos bolivianos, al son de la diablada, morenada, caporales, tinkus, phujllay

COREOGRAFÍA Y UNIFORME

Coma parte del historial de la banda, Abel Gonzales que compartió espacios musicales con José “Jach’a” Flores, Gerardo Yáñez, recuerda que de a poco los músicos se fueron “robando” el cariño y aprecio del público a los largo de sus 47 años de participación en la mayor fiesta folklórico devocional en honor a la Virgen del Socavón, como es el Carnaval de Oruro.

“Faltaba una chispa para darle más fuerza. Con Rolando Barrientos, nos pusimos a pensar qué podíamos hacer. Ahora podemos decir que incluso hemos volcado la atención del público que sabe reconocer el aporte de la banda”, asegura.

Reconoce que los músicos ahora tienen problemas con los danzarines al momento de hacer sus demostraciones coreográficas. Este espectáculo es una innovación que tiene una data no mayor a 20 años, periodo en el cual se fueron creando pasos que sean agradables a la vista de los espectadores y a la vez no perjudiquen la ejecución de los instrumentos musicales.

Recuerda que los músicos de la Poopó desde la creación de la banda el 4 de enero de 1964, por muchos años acompañaron a danzarines de diferentes conjuntos folklóricos, pero de una manera “seca y sobria”, con poco alegría, pero, el paso de los años dio lugar a la innovación que ahora ya es una especie de sello de calidad de las presentaciones.

“Me ha costado mucho convencer a los músicos para que vistan en uniforme y practiquen los pasos en la presentación. ¿Quién antes iba a querer ponerse un saco rojo, imposible….? dice y compara con los tiempos actuales que lucir este uniforme para las demostraciones es un lujo y hasta en cierto grado un status.

Dijo que los músicos antes pedían un uniforme de color sobrio, es decir un terno de colores aptos para usar en acontecimientos diferentes, no sólo como parte del folklore. Gonzales asegura que la inspiración para el rojo y blanco, nació en una olimpiada deportiva que se realizó en Canadá, por los años 70 a 75, replicando así el atuendo para la presentación en el Carnaval.

Esta institución musical, caracterizada por lo que llegó a denominarse “un pasito de mucho lujo”, en alusión a su peculiar coreografía, fue fundada por Sinforiano Gonzales y a lo largo de su trayectoria es custodiada además por sus hijos Abel y Javier, motivados ante todo por el espíritu de difusión del folklore boliviano

RECUERDOS

La banda Poopó, tiene un su haber una infinidad de viajes al exterior del país, es el caso de México, Colombia, Chile, donde incluso en plena Casa de la Moneda interpretaron la cueca “Viva Mi Patria Bolivia” durante la presidencia de Patricio Aylwin y en presencia de algo más de 30 mandatarios de Estado.

Otro recuerdo que ahora tiene matiz de anécdota, es el hecho de haberse estrellado en Colombia, cuando realizaban un viaje aéreo de retorno desde México. Accidente que no tuvo mayores consecuencias y la celebración fue musical al extremo que las autoridades del lugar suspendieron un partido de fútbol, para dar lugar a la presentación de la banda y la Diablada Ferroviaria.

Sin embargo, dijo que este tipo de presentaciones, como son las salidas al exterior, no tienen el respaldo de las autoridades, es más ellos, con apoyo de quienes los invitan deben sortear los gastos que representan las presentaciones en el exterior, como son los trámites de pasaportes, uso de aeropuertos, alimentación y hospedaje en algunos casos.

“Nuestro afán no es tanto el lucro, lo que nos interesa es difundir la cultura”, insiste. Entre sus proyecciones están dos viajes a Sídney y California.

Fuente: LA PATRIA