Más preguntas que respuestas

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Cuando se presenta una serie de contingencias que afectan las actividades productivas, como el caso de la minería, lo que surgen son muchas preguntas que generalmente no encuentran respuestas precisas y dejan muchas dudas sobre la efectividad del cumplimiento de programas –si los hay– para el desarrollo de lo que se considera como el principal factor de sostenimiento de la economía nacional, la explotación de los recursos naturales no renovables, petróleo, gas y minerales.

En el caso de los hidrocarburos las políticas son muy cambiantes en función al cumplimiento de convenios vigentes y la necesidad de cubrir tales obligaciones como el caso de los contratos con Brasil y Argentina, además de satisfacer la demanda interna, siempre creciente en nuestro país.

La consulta generalizada en previsión a que suceda lo que menos se espera, es decir qué se hará si el precio de los minerales baja más allá del límite permisible de operaciones, por ejemplo en el caso del estaño se habla de un valor extremo, para el sistema estatal de 8,50 y para los cooperativistas de 8,00 dólares la libra fina. La respuesta es obvia, no hay posibilidades de mantener una producción regular y menos exportar en tales condiciones por tanto lo que se podría hacer es crear un depósito de minerales hasta que los precios recuperen y se pueda reiniciar su venta sin pérdida apreciable de costos.

Si así se dieran las cosas, ¿cómo se sostendrían las operaciones regulares de las empresas estatales, especialmente Huanuni, y fuera de otras minas la Metalúrgica de Vinto que también depende de los concentrados de estaño que debería proveer el distrito de Huanuni? La respuesta es obvia, con una fuerte subvención del Estado que no podría ser prolongada o con ajustes sociales, que ya se animaron a proponer los mineros, tales como la eliminación paulatina de algunos bonos, inclusive la rebaja salarial de forma escalonada y establecer condiciones favorables a la explotación de otros minerales en los mismos yacimientos mineralizados, que contienen según se dice, plata, plomo y zinc.

En el caso de la minería privada, mediana y chica la situación tiene ribetes más dramáticos, pues al no poder acceder a un financiamiento o subvención estatal, al no existir un Banco de Fomento la alternativa será, primero aplicar una reducción sustancial de operaciones, lo que significa disminuir personal y quién sabe llegar al cierre de operaciones, situación que nadie quiere y que seguramente no llegará a tal extremo.

Es una situación muy delicada que nadie quisiera enfrentarla, particularmente por los problemas que se han planteado en la Comibol donde se movieron las fichas del tablero y hay una partida inconclusa que puede demorar en recuperar su normalidad.

Qué sucederá en el tema de regalías y en el rubro de impuestos, con una ley que está siendo analizada pero que no ha sido debidamente consensuada y que debido a las variantes que actualmente se confrontan merece un análisis más serio y por supuesto de proyección práctica frente a situaciones de emergencia. Como se puede observar de momento son más las preguntas que las respuestas objetivas.

Fuente: LA PATRIA