Miercoles 28 de septiembre de 2011

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Las cifras que hizo conocer la dependencia de registro vehicular de la Municipalidad local señala que en nuestra ciudad hay más de sesenta mil vehículos en permanente tránsito por las calles, lo que se refleja con mucha claridad, particularmente en el centro de la ciudad y en algunos sectores claves de la ciudad, con mayor dramatismo en las denominadas “horas pico”.
La mayor cantidad de motorizados corresponde al servicio público entre automóviles (vagonetas), minibuses, micros, camiones y volquetas, omnibuses de transporte interdepartamental o provincial y, luego se anotan camionetas y motocicletas, tractocamiones y buena cantidad de equipo pesado, que de uno u otro modo alcanzan las calles de la ciudad, complicando seriamente el tránsito de motorizados y de los peatones.
Seguramente para el municipio es un excelente negocio el cobro de impuestos de sesenta mil vehículos, pues todos deben pagar su impuesto municipal, así sea una vez al año, salvo otras modalidades para servicios específicos que a no dudarlo asegura un fuerte ítem en el presupuesto del municipio.
Precisamente por esa contribución tributaria que cumplen los propietarios de movilidades, cualquiera que fuese la unidad motorizada, tienen el derecho de transitar libremente por las estrechas calles de la ciudad especialmente las más céntricas, donde el caos vehicular a toda hora es un verdadero problema que altera los nervios de los ciudadanos de a pie que deben competir en las calzadas con centenares de vehículos, el problema se agrava al medio día y al empezar la noche cuando se incluyen las movilidades particulares, todas, más las de transporte público en lentas y tediosas caravanas que vulneran los derechos que las personas tienen para transitar con seguridad y comodidad por cualquier parte de la ciudad, nada más que respetando las regulaciones que establecen las normas de Tránsito y algunas disposiciones municipales que no se cumplen.
Fuente: LA PATRIA