Lunes 26 de septiembre de 2011
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Aunque la figura no está muy clara en la visión que tienen los ejecutivos del empresariado privado nacional sobre las políticas económicas que desarrolla el Gobierno y que no acaban de imponerse en el sentido práctico de impulsar la productividad, se habla de ciertas condiciones favorables como que “habría mejorado sustancialmente la complementariedad del Estado con los empresarios”.
La crisis alimentaria y el conflicto económico que se confronta en el país son aspectos de innegable preocupación, especialmente entre los empresarios, pues de no encontrarse puntos de avenencia entre quienes deben garantizar las actividades productivas y los que la ejecutan, resulta difícil pensar en un avance cualitativo del proceso, por tanto según la voz oficial del empresariado boliviano las relaciones Gobierno–empresarios han mejorado, aunque no son lo suficientemente fluidas pero se encuentran algunas coincidencias que podrían convertirse en factores de trabajo práctico si se profundiza el diálogo.
Lo que no se explica con claridad es que para avanzar de manera general en planes de desarrollo se requiere inversiones, hay que garantizar la dotación de energía para que se mueva la industria y hay que asegurar mercados para la diversificación de nuestra producción, de lo contrario se mantendría un “estancamiento” perjudicial que impide cambiar el esquema y acometer de manera conjunta el proyecto de desarrollo con bases de confianza entre las partes que harían posible la realidad productiva nacional, con suficiente seguridad jurídica para atraer capitales externos y garantizar los nacionales como el más urgente complemento que tiene que ver con la construcción de un país en desarrollo.
Fuente: LA PATRIA