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Sábado 24 de septiembre de 2011

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Revista Tu Espacio

Ciberacoso

24 sep 2011

Fuente: kidshealth.org

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Los matones han existido siempre, pero la tecnología les ofrece ahora una nueva plataforma para sus acciones. Como adultos, empezamos a darnos cuenta de que la frase “los palos y las piedras pueden romperme los huesos, pero las palabras no pueden hacerme daño” ya no es cierta; los insultos virtuales pueden tener un efecto real en el bienestar de los niños y los adolescentes.

¿Qué es el acoso escolar cibernético?

El acoso escolar cibernético consiste en usar la tecnología para acosar, amenazar, intimidar o perseguir a otra persona. Por definición, se produce entre los jóvenes. Si la víctima es un adulto, se hablaría de ciberacoso o ciberacecho, un delito que puede tener consecuencias legales e implicar una condena en prisión.

Efectos del ciberacoso

Hoy en día el acoso ya no se limita al patio de la escuela o a los callejones, sino que puede ocurrir tanto en casa como en la escuela durante las 24 horas del día prácticamente. Y para los niños que están siendo acosados, puede dar la sensación de que no hay posibilidad de escapar.

El ciberacoso extremo puede poner a las víctimas en grave riesgo de sufrir ansiedad, depresión u otros trastornos relacionados con el estrés. En casos muy poco frecuentes, algunos niños han recurrido al suicidio.

Los signos de que un niño puede estar siendo acosado varían, pero hay algunas cosas en las que pueden llamar la atención: Signos de angustia emocional mientras el niño usa Internet o después de usarlo, se mantiene apartado de amigos y de actividades, evita la escuela o los encuentros de grupo, saca peores notas y muestra ira en casa, presenta cambios de humor, comportamiento, sueño o apetito.

Cómo pueden ayudar los padres

Si descubre que están acosando a su hijo, hable con él para que exprese cómo se siente. Tranquilícelo asegurándole que no es culpa suya. Hablar con los profesores o con los directores de la escuela también puede ayudar.

En Estados Unidos y otros países, muchas escuelas, distritos escolares y centros de actividades extraescolares han establecido protocolos para responder al ciberacoso; estos protocolos pueden variar entre los distintos distritos y estados. Pero antes de comunicar el problema, informe a su hijo de lo que va a hacer, pues tal vez le preocupen los “chismorreos” y prefiera resolver el problema de forma privada en casa.

Otras posibles medidas:

* Bloquear al acosador. Muchos aparatos tienen funciones que permiten bloquear electrónicamente correos, IM o SMS de personas concretas.

* Limitar el acceso a la tecnología. A pesar del daño que les hace, muchos chicos que son víctimas de acosos no pueden resistir la tentación de entrar en los sitios webs o mirar el teléfono para ver si han recibido mensajes nuevos. Mantenga el ordenador en un espacio público de la casa (nada de portátiles en la habitación de los niños, por ejemplo) y límite el uso de los móviles y los juegos. Algunas compañías dan la posibilidad de desconectar el servicio de mensajes de texto durante ciertas horas, lo que puede dar un descanso a los chicos acosados.

* Conozca el mundo de Internet de sus hijos. Compruebe lo que sus hijos publican en Internet y los sitios webs que visitan, y sea consciente de la manera en que pasan el tiempo en Internet. Hable con ellos sobre la importancia de la privacidad y sobre por qué no es conveniente compartir información personal en Internet, incluso con los amigos. Recalque la importancia de guardar de forma segura las claves de acceso o contraseñas.

Si su hijo está de acuerdo, puede acordar una mediación con un terapeuta o consejero escolar que trabaje con su hijo y/o el acosador.

Cuando el acosador es su hijo

Enterarse de que su hijo es uno de los que no está actuando correctamente puede suponer para usted un gran disgusto y desilusión. Es importante afrontar el problema directamente en vez de esperar a que se pase.

Hable seriamente con su hijo o hija sobre su comportamiento y explíquele el efecto negativo que esto puede tener sobre los demás. El acoso -de cualquier modo que se haga- es inaceptable; si continúa, puede tener consecuencias serias (y a veces irrevocables) en casa, en la escuela y socialmente.

Recuerde a su hijo que usar móviles y ordenadores es un privilegio. A veces ayuda restringir el uso de estos aparatos hasta que mejore el comportamiento.

Fuente: kidshealth.org
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