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Jueves 22 de septiembre de 2011

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Ecológico Kiswara

Una buena práctica digna de imitar

Dueños de perros recogen el excremento de sus mascotas

22 sep 2011

Fuente: LA PATRIA

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Caminar por las calles, sin la necesidad de esquivar el excremento de perros, es una escena que de a poco en otros países es normal, pero, no en Bolivia y de manera particular en Oruro, donde a diario los transeúntes tienen que lidiar su desplazamiento citadino, en medio de lo que se podría denominar una “apestosa escena”.

Por normas emanadas desde los gobiernos municipales en varias ciudades de otras regiones del planeta, se sanciona el hecho que los dueños de mascotas dejen a sus animales en las calles para que puedan hacer sus necesidades fisiológicas en vía pública.

Los dueños de mascotas en aquellas ciudades, ya sea por obligación a partir del cumplimiento de las leyes o en pocos casos por conciencia, acompañan el paseo de sus animales, pero, en el momento que el can defeca de inmediato recogen el desperdicio depositado ya sea en aceras, plazas o parques. Situación muy distante del actual Oruro.

Es importante saber que la materia fecal que se deja en la vía pública termina secándose y transformándose en polvo, ensucia no sólo el aire, sino también depósitos de agua y alimentos.

Según la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estudio publicado en muyanimal.com, un ejemplar canino de tamaño mediano evacua a diario 600 gramos de excremento en promedio, lo que significa 18 kilos al mes. Dicha cifra es alarmante si consideramos la cantidad existente de perros callejeros, más aquellos a los que su propietario permite salir a hacer sus necesidades en la calle o parque cercano.

Con éste panorama no hay áreas verdes libres de parásitos. El orureño y los visitantes, deben transitar por calles donde el excremento de perro, al margen de otros desperdicios generan una mala imagen y además son focos constantes de contaminación del medio ambiente, con sus consecuencias para la salud humana.

Los microbios provenientes de las heces que se desechan al aire libre se introducen al organismo del ser humano por medio de la respiración o al ingerir alimentos preparados en la calle, lo que ocasiona trastornos que incluyen infecciones por parásitos (lombrices, amebas o bacterias) y daños en las vías respiratorias, padecimientos que también alcanzan a las mascotas causándoles múltiples enfermedades.

Este sucio panorama no es por culpa del perro, sino que ante todo es una consecuencia de la irresponsabilidad de quienes deciden criar animales, pero sin asumir las consecuencias y responsabilidades que esto significa.

Fuente: LA PATRIA
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