FAO: Una estrategia contra el hambre

La Habana (PL) En 2010, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), advirtió sobre la amenaza que representan los altos costos de las materias primas. Hoy busca con medidas emergentes paliar una crisis alimentaria global.

Cuando muchos gobiernos analizan alternativas para moderar el impacto de los elevados precios de comestibles e insumos, mediante restricciones a las exportaciones y la reducción de tarifas de importación, el director general de la FAO, Jacques Diuf, alertó esta semana que estas políticas no son suficientes.

El titular demandó una acción internacional concertada a través de un incentivo para ofrecer ayuda técnica a las naciones marcadas por el hambre y el subdesarrollo.

Actualmente, la FAO desarrolla su programa de ayuda en la mayoría de los 157 países más dañados con la escasez de alimentos e insumos para producirlos, así como con los elevados costes de estos y la energía, también imprescindibles para su desarrollo.

Dentro de la política está, como meta priorizada, la ayuda a los miles de hambrientos en el Cuerno africano, donde diariamente mueren decenas de niños, mujeres y ancianos.

Igualmente la FAO trabaja en una colaboración directa a Haití, la nación más pobre del continente americano. Según cifras oficiales, uno de cada cinco niños de esa región sufre malnutrición y más de la mitad de la población subsiste con menos de un dólar al día, lo que en el nivel actual de precios equivale a media comida diaria.

Para contrarrestar el alza de los precios allí, la FAO anunció esta semana la distribución de unas 600 mil toneladas de semillas, lo que inicialmente beneficiará a unas 70 mil familias de campesinos en las zonas más pobres con un costo de cuatro millones de dólares.

NECESIDAD DE MÁS FONDOS

Sin embargo, si se obtienen fondos adicionales por 64 millones de dólares, habrá más repartos durante las dos próximas temporadas, o que beneficiarán a otras 400 mil familias, advirtió un informe del organismo, donde se suscribe este plan de auxilio.

La Comisión de emergencia de la FAO para América Latina y el Caribe, destacó que Haití ya sufría una profunda crisis como resultado de las inundaciones que en 2007 lo azotaron, con grandes afectaciones a los campesinos. Pero los aumentos de precios internacionales empeoraron la situación.

Por su parte, Henri Josserand, del sistema Mundial de Información y Alerta de la FAO, señaló que la inflación sacude con mayor ímpetu a los pobres, ya que el porcentaje de los gastos que dedican a los alimentos es inmenso.

Estos representan en el mundo industrializado entre un 10 y un 20 por ciento del gasto de un consumidor, mientras que en los países subdesarrollados el número fluctúa entre un 60 y un 80 por ciento, y muchas de estas naciones son, además, importadores netos de esos productos de subsistencia.

Según las últimas previsiones de la FAO, las reservas mundiales de cereales tocarán fondo en este 2011, luego de 27 años, con 405 millones de toneladas, cinco por ciento por debajo del nivel del periodo anterior, cuya disminución ya fue considerable.

Por ello insta a los posibles donantes -países ricos e instituciones financieras internacionales- a incrementar sus ayudas o reprogramar las existentes, de manera que se dirijan a quienes dependen de ellos para no morir.

Según las estimaciones provisionales, se necesitarán entre mil 200 y mil 700 millones de dólares en fondos adicionales para paliar la situación y evitar una debacle de catastróficas dimensiones.

En sus últimos informes, la FAO indicó que para el 2030 los precios de los alimentos básicos serán duplicados.

En este sentido, el organismo especializado de la ONU, pide a los gobiernos y entidades privadas trabajar en función de crear provisiones que permitan paliar el hambre en el mundo.

La ONG británica Oxfam, que trabaja en este sector, coincidió con la FAO en que el costo promedio de los productos agrícolas básicos pasará a ser en el 2012 entre un 120 y un 130 por ciento más que el actual.

Instan a las autoridades del orbe a regular mejor los mercados alimentarios y a invertir en un fondo global que permita estar mejor preparados económicamente para las próximas dos décadas.

"Es preciso reformar el sistema alimentario si queremos superar los cada vez más acuciantes desafíos del cambio climático, la mala distribución de los productos, combatir la espiral de los precios y la escasez de la tierra, agua y energía", expresó la directora ejecutiva de Oxfam, Bárbara Stock.

Las últimas evaluaciones hechas por la FAO, economistas y especialistas sobre la materia, coinciden con el diagnóstico hecho por Oxfam.

El aumento de los precios de los alimentos y la escasez de productos agrícolas, siguen siendo un problema preocupante en la mitad del 2011 para los millones de hambrientos del universo.

La FAO puntualizó que no importa si hablamos de la crisis de los alimentos o la crisis económica global, hay una realidad, dijo, y son los más de mil 20 millones de hambrientos.

Este año, se estima que el hambre habrá alcanzado un nuevo récord histórico de las personas que padecen este flagelo en el mundo, pues, subrayó que uno de cada seis habitantes del planeta la padece.

En América Latina y el Caribe, la población que tiene hambre alcanza los 53 millones de personas, lo que significa el regreso a los niveles de subnutrición existentes a principios de la década de los noventas.

La FAO recordó que Latinoamérica había sido la única región a nivel mundial que había tenido avances en la lucha contra el hambre en los últimos años.

Puntualizó que los factores que en un primer momento causaron la crisis alimentaria siguen presentes: productividad agrícola baja; caída en la disponibilidad de agua y disminución en la tenencia de la tierra.

El organismo puntualizó que también influyen mundialmente en el aumento del hambre las frecuentes inundaciones en algunas regiones y las sequías en otras, y la disminución de las inversiones en investigación y desarrollo agrarios.

(*) Jefe de la Redacción Económica de Prensa Latina