Lunes 12 de septiembre de 2011
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Cuando se trata de cifras no hay manera de “dorarlas” por tanto hay que recibirlas con el color que llegan y que en el caso de Oruro se pintaron de negro como el futuro de la Gobernación departamental, donde sin mayores vueltas se declara simple y llanamente la bancarrota de la entidad.
Se trata de una situación sumamente delicada, debido principalmente a las obligaciones pendientes contraídas por la ex – prefectura y que suman más de 500 millones de bolivianos como saldo negativo de una gestión que todavía no ha sido aclarada legalmente, pero que en cifras dejó saldo negativo que ahora debe cubrir la actual administración, pero restringiendo severamente los gastos en nuevos proyectos, pues primero hay que pagar los que están inconclusos y recuperar fondos que ya se pagaron por obras que ni siquiera comenzaron a desarrollarse.
Nadie se explica el por qué hasta la fecha no se aplican sanciones a los culpables del desastre administrativo de la pasada gestión, de modo que la actual no sea negativa a las expectativas de la ciudadanía, que como siempre está a la espera de la ejecución de varios proyectos programados.
Fuente: LA PATRIA
