Es un tema que se repite pero con alguna variantes en función a decisiones del Poder Central, que parece en la actualidad disponer de mayores elementos de juicio y condiciones más premiosas para encarar la construcción de una apropiada infraestructura habitacional e institucional en la zona fronteriza del país, particularmente en zonas conflictivas.
El propósito teórico de poblar las desguarnecidas fronteras parece que recién cobrará aplicación práctica y se dispondrá de los recursos suficientes para que el organismo tutelar de la Patria, como son las Fuerzas Armadas, tomen posesión en aquellos alejados sitios donde nuestra soberanía está en peligro.
Muy pocas veces se conocen problemas de límites internos en países vecinos u otros del área regional sudamericana, entendiéndose que la atención de las autoridades de aquellas naciones están dirigidas a cuidar las fronteras de relación internacional y no las internamente jurisdiccionales.
En nuestra nación, con más de 180 años de vida constitucional, se mantienen muy serios problemas de límites departamentales, ha pasado mucho tiempo y no se han tomado las medidas contundentes que eliminen fricciones internas y hasta serios enfrentamientos entre bolivianos, algo inaudito, incomprensible y altamente negativo para cumplir los propósitos del desarrollo nacional.
Hay tiempos de cambio y este que se vislumbra con mayor objetividad puede significar un paso importante de integración nacional pero al mismo tiempo de una diversificación en el uso efectivo de nuestro territorio y de sus amplios y ricos yacimientos de recursos naturales, que en ciertos casos estuvieran siendo explotados desde territorios vecinos en perjuicio de nuestros comunarios y de la economía en general.
Hay una instancia nueva en el país y corresponde a la creación de la Agencia Para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas, que tiene la misión y responsabilidad de establecer esas necesidades de crecimiento poblacional en las zonas fronterizas, sugiriendo la creación de modernos módulos poblacionales con la infraestructura necesaria para el asentamiento de comunidades que deseen sumarse al proyecto de crecimiento de nuestra población activa decidida a mejorar sus condiciones de vida.
La idea no es simplemente la construcción de estructuras para cuarteles militares, es mucho más, en realidad es la habilitación de poblaciones que cuenten con la mayor cantidad de servicios básicos y que ubicadas en las proximidades de yacimientos naturales, tendrán la oportunidad de encarar nuevos emprendimientos productivos que aseguren condiciones de vida saludables y misiones especiales para sentar soberanía en defensa de la heredad nacional.
Parecería un sueño, la utopía de crecer sin saber cómo y cuándo, sin embargo se trata de una necesidad emergente de las condiciones actuales que obligan a la toma de decisiones para sentar soberanía en las fronteras, para evitar la migración de bolivianos hacia países vecinos, para encarar el desarrollo de las regiones utilizando nuestros propios recursos y finalmente fortaleciendo la unidad de los bolivianos en los límites de sus jurisdicciones y sin problemas internos.
Fuente: LA PATRIA
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