La historia de Oruro en el Acta de Creación

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El departamento de Oruro, recordará el 5 de septiembre de 2011, su aniversario 185 de creación. Pero muchos orureños, especialmente los jóvenes nos preguntamos: ¿Quedó algo de ese día histórico, cuando Oruro recibió su certificado de nacimiento?, en este caso, ¿Existe aún la Ley de Creación del departamento de Oruro?, porque sólo conociendo nuestra historia podremos amar de verdad a nuestra tierra.

Felizmente, la respuesta es que sí. Sí tenemos un documento, como nuestro certificado de nacimiento. Ese valioso documento pudo haberse perdido el 13 de febrero del 2003, cuando gente inadaptada ingresó a la fuerza al edificio prefectural que está frente a la Plaza 10 de Febrero y donde se quemó información histórica valiosa.

ACTA

El documento lleva en la parte superior un pequeño rosón con los colores de la enseña tricolor de Bolivia, el papel está conservado en una carpeta de cuero de la Sociedad 10 de Febrero, entidad cívica que custodia celosamente dicho legado.

En el Acta de Creación del departamento de Oruro se indica:

“El Congreso General Constituyente de la República Boliviana ha sancionado lo siguiente: 1º Se erige un nuevo departamento al oeste de la República, compuesto por ahora por las provincias Oruro, Paria y Carangas.

2º La capital de este departamento será la ciudad de Oruro.

3º En la nueva división que ha de hacerse del territorio de la República se señalarán límites proporcionados.

4º Comuníquese al Poder Ejecutivo para su publicación y cumplimiento.

Dada en la sala de sesiones en Chuquisaca a 4 de septiembre de 1826. Matías Terrazas presidente; José Manuel de Asín, diputado secretario; José María Salinas, secretario. Palacio de Gobierno en Chuquisaca a 5 de septiembre de 1826. Ejecútese Antonio José de Sucre, el ministro del Interior, Facundo Infante.”, se indica en la Ley de la República promulgada el 5 de septiembre por el entonces presidente de la República, Antonio José de Sucre.

CUSTODIA

Pero ahí no termina la historia de la Ley de la República de creación del departamento, porque en 1946 se realizó un solemne acto en el salón de la Prefectura, donde participaron autoridades y representantes de todas las instituciones locales, para ser testigos de la entrega en custodia de dicho documento del prefecto de ese entonces, Juan José Campero Álvarez a la Sociedad 10 de Febrero.

El prefecto Campero señaló en una parte de su discurso: “Me he permitido congregarlos en este recinto para entregar en acto solemne los autógrafos de la Ley de fundación del departamento de Oruro, del mensaje del Presidente de la Constituyente de 1826 y de la promulgación de la indicada ley.

Estos autógrafos son los documentos bautismales bañados por la bondad y la gracia de ese gran visionario creador de los pueblos, apóstol armado de nuestra independencia nacional, arcángel vengador de las afrentas y de los infortunios de tres siglos de coloniaje. Me refiero a Antonio José de Sucre. ¡¡Él es el austero ejecutor de esta ley histórica!!

La historia no es una evocación de cuadros, de personajes y de hechos. No es tampoco una filosofía sobre los hombres y los acontecimientos. Es algo de todo eso, pero es mucho más que todo eso: Es una investigación y un análisis de carácter experimental. Investigación y análisis que señala rumbos generales sobre el pasado e indica el camino que debemos seguir en el futuro nacional.

He ahí por qué me pregunto: “¿Qué ha sido Oruro en otro tiempo? ¿Qué es ahora? ¿Qué será en el futuro? Desde su desarrollo en época de la Independencia hasta hace 30 años fue un centro activo de producción y de comercio con sus minas y su agricultura.

Esta ley es pues el molde moral en el que, con la levadura del valor y de la altivez, heredados juntamente con la sangre generosa de vuestros antepasados, se va formando la estirpe seleccionada del futuro. Esa estirpe orureña que va conservando el tipo étnico para obtener la prioridad del progreso como ya tuvo la de la gloria.

He aquí, porque al entregar estos sagrados documentos a vos señor, representante de este movimiento orientador de vuestro pueblo, como Presidente de la benemérita y gloriosa Sociedad 10 de Febrero, os digo que mis deseos y mis votos son de que al realizarse las transformaciones que imponen a este pueblo sus necesidades presentes y venideras, conserve lo que constituye su blasón más honroso: los rasgos tradicionales del carácter orureño en lo que tiene de noble y alto para que sirva de necesario contrapeso en este periodo de transmisión a la tendencia exageradamente cosmopolita que viene descolonizando nuestra raza”, se indica en el discurso del prefecto Campero.

A su vez la alocución, del presidente de la Sociedad de 10 de Febrero de 1946, César Renjel decía: “Los títulos y honores que ha recibido Oruro desde su fundación hasta nuestros días de muy noble y real, fidelísima y constante, heroica y denodada, primer pueblo salvador de las instituciones, y crisol de la nacionalidad, son blasones que con orgullo hacen flamear los nunca desmentidos patriotas y laboriosos hijos de Pagador.

La honrosa distinción de que es merecedora la Sociedad 10 Febrero de parte del señor prefecto del departamento don Juan José Campero Álvarez, al hacerla depositaria de los valiosos autógrafos de la ley de fundación de nuestro departamento, nos honran y nos enorgullecen y nos dan más fe y mayores impulsos cívicos para laborar por la Patria toda”.

Existe un acta de la entrega de ese documento suscrito por todas las autoridades y representantes de entidades locales, entre los que destacan: prefecto, Juan José Campero; presidente de la Sociedad 10 de Febrero, César Renjel; alcalde municipal, Luis Herrero; presidente del Concejo Municipal, José Peredo; el comandante de la Región Militar No. 2, Coronel Ovidio Quiroga; el presidente de la Corte Superior de Distrito, Eloy Cabezas Villa.

También firmaron el rector de la UTO, Jorge Von Borries; el fiscal de Distrito, Carlos Selaya; el comandante del Regimiento Camacho I de Artillería, coronel Daniel Viscarra; el jefe de Policía, Héctor Diez de Medina; el director del Hospital General, Enrique Renjel; además de los presidentes de la Federación Universitaria, juntas vecinales, directores de diarios de la ciudad, dirigentes sindicales, representantes de otras instituciones locales y ciudadanos civiles.

Fuente: LA PATRIA