Hay una serie de elementos que son manejados con criterios contradictorios en lo que se relaciona con el objetivo de mejorar el servicio ferroviario nacional y no sólo impulsar su crecimiento separadamente, por redes, como parecería la intención de algunas autoridades, mientras que hay más fuerza en exigir a la actual empresa “propietaria y administradora” del sistema para que encare los proyectos necesarios para alcanzar una verdadera integración nacional del sistema ferroviario.
Se menciona que en niveles del Gobierno se impulsarían los trabajos para integrar la Red Fundamental Ferroviaria, lo que inicialmente permite pensar en un proceso que abarque realmente la ampliación de ciertos servicios que unan las redes occidental y oriental, pero de manera concreta y práctica, no de forma teórica o utilizando en cierta parte de su tramo un sistema “intermodal” para su conexión.
La información que maneja la propia empresa ferroviaria muestra las ventajas que ofrece –económicamente– el rendimiento de la red oriental, la que sería parte importante del proyecto que alude actualmente el Gobierno para poner en funcionalidad el “corredor bioceánico que conectará Perú y Brasil”, pero no se menciona en absoluto la necesidad de completar la conexión que falta para unir internamente las dos redes y efectivamente hablar recién de un servicio ferroviario de total integración nacional.
Se anticipa que el estudio de integración de la red fundamental tendría ya un respaldo de 6 millones de millones de dólares para determinar “las mejores opciones de conexión del sistema ferroviario nacional”, aunque sin aclarar específicamente los trabajos que debe realizarse para lograr integrar esa ya promocionada red fundamental que devolvería al servicio ferroviario su valor integrador y de beneficio colectivo para la gran mayoría de la población.
En las esferas gubernamentales se menciona el financiamiento procedente de una negociación entre el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM), además de contrapartes interesantes de los gobiernos de China, Brasil y la India lo que permite avizorar un verdadero replanteo de la actual capacidad de servicio del ferroviario que opera en el país, aunque lo hace bajo administración foránea.
Los últimos avances en materia de mejorar el servicio de trenes en Bolivia ha motivado una serie de opiniones entre expertos en el tema, también los ex ferroviarios que piden la reversión del ferrocarril; la opinión de los políticos que no pierden la oportunidad de especular sobre el tema y hay que incluir las ofertas de inversionistas en el negocio, como una asiática que habla inclusive de un “tren bala” para el país.
Ya se habla de la creación de una empresa estatal operadora de ferrocarriles que se hará cargo del servicio de la red fundamental, y al mismo tiempo se menciona la liquidación de la ENFE residual para dar paso al tratamiento de “los bienes desvinculados” de los contratos de licencia de los operadores de las empresas Ferroviaria Andina y Ferroviaria Oriental.
Todo parece muy bueno, pero los expertos señalan que valdría la pena empezar por “recuperar de manera legal el estatus y los bienes de la Empresa Nacional de Ferrocarriles” como factor de legalidad para impulsar sin problemas el proyecto de integración de la Red Ferroviaria Nacional.
Fuente: LA PATRIA
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