Propiedad colectiva de la tierra arroja síntomas de división en campesinado
22 ago 2011
Fuente: LA PATRIA
Dentro de la actual coyuntura, estructurada en base al conflicto en el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), se pueden advertir notorias divisiones en el movimiento campesino, principalmente producidas por la contradicción entre las formas de la propiedad comunal y la pequeña propiedad privada de la tierra, expresó Jaime Negretty, ejecutivo del nivel intermedio de la Federación Departamental de Trabajadores de Educación Urbana de Oruro, manifestando que el magisterio apoya la marcha de este sector hacia la sede de Gobierno.
“Creemos que el enfrentamiento de los originarios que sobreviven en los ayllus del Occidente y de los indígenas en el Oriente contra los campesinos, pequeños propietarios que demográficamente son la mayoría en el país obedecen a causas materiales profundas, contradictorias, pero que fundamentalmente se centran en la propiedad privada de la tierra”, afirmó Negretty.
En este contexto sostuvo que el capitalismo actúa contra las sobrevivencias de la propiedad comunitaria a través de los parcelarios privados, pues a la larga, sobre todo en las regiones ricas en recursos naturales, esta pequeña propiedad privada terminará reconcentrada en manos de grandes empresarios y de las transnacionales imperialistas.
“El Gobierno, en el proceso de acentuación de su política derechista, se apoya en los campesinos parcelarios privados para dirimir sus diferencias con el sector comunitario que se tornan en explosivas cuando se trata de hacer concesiones a las transnacionales para la producción minera o hidrocarburífera, actualmente sobre la apertura del camino Villa Tunari – Beni que debe pasar por el corazón del Tipnis”, sostuvo.
Estas “fisuras”, identificadas por la dirigencia del magisterio, se pueden advertir en los recientes choques violentos en torno a problemas locales como los ocurridos en Colomi (Cochabamba). Otro hecho que merece atención es el bloqueo de la carretera Cochabamba – Santa Cruz protagonizado por los colonizadores de Yapacaní exigiendo al Gobierno que se respete un área de reserva forestal en la zona, la inmediata electrificación de sectores importantes y otras reivindicaciones.
“El problema de los cocaleros del trópico cochabambino es una bomba de tiempo. La acentuación de la política erradicadora de las plantaciones de coca que ejecuta el Gobierno, impulsado por la presión internacional, muy pronto obligará a las bases cocaleras a chocar con sus direcciones oficialistas y con las fuerzas de represión encargadas de la erradicación”, señaló.
El dirigente, manifestó que todos estos datos son anuncios que indican que el movimiento campesino – originario es un polvorín a punto de estallar y corresponde delinear una plataforma de reivindicaciones para dar contenido y perspectiva a las luchas de estos sectores que son igualmente explotados por el sistema social capitalista en crisis.
“Esta figura se concretiza en la liquidación total del latifundio y la distribución de toda la tierra cultivable a los campesinos en forma de propiedad colectiva, libre cultivo, comercialización e industrialización de la hoja de coca, la actividad del narcotráfico es un problema de los gringos que deben resolverlo lejos del país sin afectar a los intereses económicos de los cocaleros y de los bolivianos. Respeto a la autodeterminación de los pueblos indígenas que luchan por la defensa de su hábitat natural. Contra la impostura de la consulta previa no vinculante que se ha convertido en una farsa en manos del gobierno masista”, puntualizó Negretty.
Fuente: LA PATRIA
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