Oruro registra la más baja ejecución presupuestaria en lo que va del año y que corresponde específicamente a los gastos que ejecutan las gobernaciones. La de Oruro, increíblemente tiene apenas un 2,8 por ciento de ejecución de su presupuesto anual, lo que demuestra una total ineficiencia administrativa.
Si bien la Gobernación de Oruro es la que tiene también el mayor déficit de su historia a tiempo de iniciar una nueva gestión, extraña sobremanera que las actuales autoridades no hubieran oficializado este desastre presupuestario que merece una explicación y además una urgente reconducción que permita en lo que resta del año elevar la ejecución presupuestaria.
Los datos oficiales que emitió de manera pública el Ministerio de Economía y Finanzas a través del Sigma, revelan justamente los índices se ejecución en cada departamento y es alarmante lo que sucede en el caso de Oruro que marca apenas 2,8% frente a departamentos como Beni que tiene 22.7%, Potosí 24,5%, Tarija 24,1%, Pando 28,6%, que ya por lo menos están sobre los dos dígitos y fracción, mientras que Oruro es la vergüenza en materia del gasto público.
Seguramente existe una explicación sobre el tema que por alguna razón, causa o circunstancia se estuvo tapando en nuestro medio, sin poder evitar empero el dato del Sigma, organismo que mantiene el seguimiento de cada una de las gestiones administrativas de los organismos públicos.
Las autoridades de gobierno, empezando por el Vicemandatario, criticaron y lamentaron la baja ejecución presupuestaria de gobernaciones y municipios, considerando que a ocho meses de la gestión los registros sean realmente negativos, frente a los presupuestos que dispone el Poder Central para los gastos en cada región a través de la distribución del IDH y la entrega de otros recursos, por ejemplo provenientes de impuestos y regalías.
Autoridades departamentales de siete gobernaciones, excepto las de Santa Cruz y Beni, justificaron la baja ejecución presupuestaria debido a la exigencia de múltiples requisitos para efectivizar la adjudicación de obras, que casi de manera general no pueden cumplirse, postergando la ejecución de proyectos de manera indefinida, inclusive por el poco interés de empresas en las licitaciones emitidas a nivel estatal.
Las cosas están planteadas en ese nivel y se confirma que los presupuestos no utilizados – serán revertidos – servirán como colchón financiero para la gestión 2012, para contrarrestar los efectos de la crisis financiera externa que puede afectar nuestra economía, si se redujeran los ingresos que percibe el país por gas y minerales.
De todos modos si no es directamente el gobernador del Departamento tendrán que ser los asambleístas de Oruro quienes expliquen las razones para que el Sigma registre el dato de 2,8 por ciento de ejecución presupuestaria en Oruro en lo que va de la gestión presente.
Algo anda mal y es bueno que se aclare además el panorama del desastre que corresponde a la última gestión prefectural, cuyo millonario saldo es la causa de los males que atentan contra el desarrollo regional.
Fuente: LA PATRIA
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