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Domingo 21 de agosto de 2011

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Cultural El Duende

Bohemia Sucrense

21 ago 2011

Fuente: El académico de la lengua, Luis Ríos Quiroga, trata temas romántico-regionales del clavel, el pasado heroico de Chuquisaca y las pasiones que motivaron la creación poético musical de la ínclita ciudad de los cuatro nombres

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Segunda de 9 partes

Gregorio Reynolds, pese a su aislamiento, estaba acostumbrado a chancearse con las tomaduras de pelo del grupo. Y el clavel, por las características antes anotadas, ha sido y continuará siendo, tema principal de poetas, compositores, y escritores sucrenses en general porque simboliza la expresión de sentimientos apasionados que utiliza como recurso literario la ironía.

Matilde Casazola, prestigiada poeta y compositora contemporánea, en sus composiciones Quimera y El Lucero de tu Pecho, Premios Nacionales de cueca y bailecito, respectivamente, de un concurso convocado por radio La Plata en 1987, en sus versos ratifica la expresión de sentimientos apasionados y el recurso poético de la ironía, en obras de hondo lirismo que recogen el ambiente y la vida de la ciudad de Sucre.

Por esta razón, el Acta del Jurado, destacó las características sucrenses que contienen las composiciones de Matilde Casazola. El acta en uno de sus párrafos expresa:

Literariamente, ambas letras, traducen fielmente el espíritu chuquisaqueño en su claridad, su elegancia, y su fina sensibilidad, y a momentos festiva y aun irónica. Por otra parte, conservando toda la poesía tradicional de las mejores letras de ambos géneros, tienen un nuevo acento, QUIMERA sigue siendo la cueca chuquisaqueña bien plantada, pero anuncia un nuevo amanecer, y EL LUCERO DE TU PECHO sigue siendo un madrigal, pero un nuevo y puro madrigal.

La letra de Quimera, la cueca, dice:

Hay un clavel encendido

en el fondo de tu corazón.

Por ese clavel yo diera

toda mi vida, mi alma entera.

***

Hay un lucero prendido

en tus ojos, fuego de pasión.

Yo no sé quién lo encendiera,

no sé por quién esta quimera

Quimba.

Clavelito,

¿por quién has nacido?

de tan blanco,

en sangre te has teñido.

Por ese clavel yo diera

toda mi vida, mi alma entera.

Carlos Morales y Ugarte, literato distinguido, de haber sido elegido alcalde Jardinero, que así lo llamarían por su amor a la naturaleza, en la pascua de la Fundación de Chuquisaca y por Ordenanza Municipal, los habitantes de esta región geográfica lucirían el Clavel Rojo de Sucre: las mujeres, sobre el seno izquierdo; los varones en el ojal de la solapa izquierda. Es decir, sobre el corazón, que es donde nace la personalidad sucrense.

La Evocación del Pasado

Tiene en los sucrenses una razón valedera, porque Sucre, fue la Cuna Real de la Independencia Latinoamericana. Y decimos Cuna Real de la Independencia, porque entre los muchos escritos que se refieren a la epopeya del 25 de Mayo de 1809, últimamente el historiógrafo Don Estanislao Just Lleo S.J., realizó un estudio sobre el 25 de Mayo de 1809, que fue tesis de Doctorado en la Universidad de Madrid y tuvo como asesor al destacado americanista Don Manuel Ballesteros.

Este estudio, según Don Gunnar Mendoza, prueba documentalmente que Sucre, fue la Cuna Real de la Independencia Latinoamericana.

El citado estudio, al decir del Director del Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, es el más minucioso, concienzudo, y el llevado a cabo con la metodología más irreprochable.

A Sucre, los escritores con su poderosa intuición, antes que cualquier estudio de carácter histórico, ya la llamaban CIUDAD CUNA de una Idea, una Conmoción un Clarinazo, la Emancipación de todo un Mundo nacida bajo la luna llena de la noche del 25 de Mayo de 1809.

Esta epopeya, les inculcó tremendo orgullo a los sucrenses quienes para la fecha cívica departamental suelen cantar y bailar el bailecito A SUCRE que evoca las glorias heroicas de Chuquisaca.

El poeta Ovidio Céspedes y el Compositor Simeón Roncal, son autores del bailecito A Sucre, la letra dice:

Cuatro nombres muy gloriosos

tiene nuestra Capital,

son La Plata, Charcas, Sucre,

Chuquisaca la inmortal.

***

Cuatro nombres luminosos

de grandeza y dignidad,

Ciudad Blanca, Madre y Honra,

de la bolivianidad.

***

Te llaman la Culta Atenas

por tu saber y beldad,

tú rompiste las cadenas,

y nos diste Libertad.

Sin embargo, esta evocación del pasado glorioso de Chuquisaca, frecuentemente induce al sucrense a evocar las tradiciones negativas de la ciudad, creadas por una minoría de sucrenses adinerados que trasplantaron palacios, salones, títulos nobiliarios versallescos a orillas del Quirpinchaca y haciendo creer al pueblo que por las venas de la gente noble corría sangre azul, más azul que una onda marina.

De esta manera, insólitamente el Modernismo de Rubén de la primera época, resucitó en la realidad sucrense de aquellas minorías, el recuerdo de la Francia de los Luises especialmente de la época cortesana del siglo XVIII, y así al ritmo de los valses de Strauss, predominaron el miriñaque y el frac.

Pero la aristocracia del talento, no toleró a la aristocracia del dinero y quizás recordando el significado inicial del modernismo sucrense de ser anticonservador y revolucionario en el sentido de cambio, el modernismo de los aristócratas del dinero, fue combatido por el modernismo de los aristócratas del talento.

Tristán Marof, publicó su obra titulada La Ilustre Ciudad, que es una radiografía de la época, escrita en tono burlesco y donde satiriza las costumbres de la aristocracia del dinero contraponiendo la figura de la chola sucrense y las fiestas de los barrios populares; destacando los apodos de personajes típicos como el Wallpa Pecho, el Ch’ulla Tórres y el Diablito Gumiel.

Tristán Marof, con su obra, dio golpe de gracia a la Corte de Quirpinchaca, que se vengó haciendo desaparecer ejemplares de La ilustre Ciudad. Conducta idéntica observaron con la obra de Osvaldo Molina, modernista destacado que en sus cuentos ridiculizó el mundo iglesiero de Sucre, destilando ingenio, gracia y sobre todo ironía. Su obra permanece inédita.

El sentimentalismo Romántico y la Chola Sucrense

El sentimentalismo romántico y ensoñador, tiene que ver mucho con las letras de cuecas y bailecitos del cancionero popular, como también con la música de ritmo suave y delicado, que expresa las gamas de pasión del sucrense.

Las letras vienen indudablemente de las tierras del amor, del olvido, de la traición, de la violencia, de la fuga, del desengaño, del crimen. Son en verdad historia de grandes dramas o drama pequeño de grandes historias.

Se canta y baila porque se ama y al hacerlo se pide gracias al amor inclusive más allá de la muerte. Así expresan en su cueca Te Amaré Claudio Peñaranda, y José Lavadenz:

Te amaré hasta en el cielo,

olvidarte ni aún allí.

Mi alma no alzará su vuelo,

dejando la tuya aquí.

***

Al rigor de tus desdenes,

justo es que mi amor sucumba.

Amor que teme a la muerte,

el mismo cava su tumba.

La bella estampa de la chola chuquisaqueña de aquella época, con seguridad que fue protagonista del amor.

Cuentan que el grupo del poeta Octavio Campero Echazú, por ejemplo, proclamó Soberana a una hermosa chola chuquisaqueña, escribiendo en la banda real no el lenguaje vulgar que dejar leer: S.M. ... , sino la inscripción Su Gentileza.

La chola conocida con el apodo Madre Patria, debe el mismo a que con motivo de celebrar el Primer Centenario de la República y, para realizar el desfile de carros alegóricos, no pudieron encontrar entre las damas de vestido, aquella que represente a la Patria y encontraron en una bella chola que esplendente ingresó en su carro alegórico a la plaza 25 de Mayo.

Hasta nuestros oídos han llegado nombres y sobrenombres de cholas como la Gentileza, la Tres Mil, la Peligrosa, la Bella del Mundo, la Pastita de Millán, la Yana Mocko, la Burro Sup’ichi, la Orureña, y otras, quienes con su belleza y elegancia, no sólo fueron musas inspiradoras de la historia musical del pueblo sino que cual diosas del amor, trocaron la cueca y el bailecito en voz de confidencias y desde entonces, el bailecito expresa en verso su sollozo:

Palomita,

por qué eres mala conmigo.

Con tus desdenes

la vida quitar me quieres.

***

Con tus desdenes,

y tus agravios,

y tus enojos,

cerrarme los ojos quieres.

Continuará

Fuente: El académico de la lengua, Luis Ríos Quiroga, trata temas romántico-regionales del clavel, el pasado heroico de Chuquisaca y las pasiones que motivaron la creación poético musical de la ínclita ciudad de los cuatro nombres
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