Casinos en Nepal, amenazados por inestabilidad y pugnas políticas
21 ago 2011
Fuente: Katmandú, 20 (EFE).-
¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...
La industria relacionada con los casinos de Nepal, que fue una de las precursoras en todo el continente asiático, se encuentra en serias dificultades por las luchas políticas del país y la mano dura de las autoridades en los últimos dos años.
El juego está oficialmente prohibido para los nepalíes desde 1963, pero el auge del turismo durante décadas y cierta permisividad con la entrada a los locales permitió florecer a la decena de establecimientos de juego que llegó a haber en el país del Himalaya.
Pero el turismo ha bajado especialmente desde los disturbios de 2006 -que acabaron con el derrocamiento del monarca- y, además, el Gobierno instaurado en 2009 decidió empezar a aplicar con rigor la normativa referente a los casinos.
Como síntoma del cambio de tendencia, el Ejecutivo revocó hace dos meses la licencia a la empresa que gestiona cuatro de los diez establecimientos de Nepal y que es mayoritariamente propiedad de un ciudadano indio, Rakesh Wadhwa, actualmente en paradero desconocido.
Entre los cuatro casinos afectados se encuentra el más antiguo del país y posiblemente uno de los primeros de Asia, abierto en 1966, que ha tenido que cerrar sus puertas.
El motivo alegado por las autoridades fue el impago de 340 millones de rupias (unos 4,7 millones de dólares) en concepto de cánones anuales, un dispendio que está ahogando a muchos de los lugares de juego en el país.
Aparte de los impuestos, cada casino debe pagar anualmente por su concesión 20 millones de rupias (275.000 dólares) y, además, lo debe hacer por adelantado para evitar una penalización del 30 por ciento.
“Eso es pura injusticia. Pagamos antes de producir y eso pone en peligro nuestra supervivencia”, se queja el propietario de tres casinos, Kishor Silwal, que sin embargo, admite que un casino puede ingresar 400 millones de rupias (5,5 millones de dólares) anuales.
Nepal es uno de los países más pobres del mundo y su renta per cápita es de sólo 470 dólares anuales, según datos de 2009 del Banco Mundial.
La lucrativa industria del juego en Nepal se ha visto inmersa en la batalla política desencadenada con el cambio de régimen de 2008, cuando los partidos democráticos asumieron el poder en la recién proclamada República, que aún no se ha consolidado.
El Partido Maoísta, uno de los principales actores políticos del país, tomó partido en la batalla por el poder dentro de la empresa Nepal Recreation Centre (NRC), la compañía de Rakesh Wadhwa y de su entonces socio, el estadounidense R. D. Tuttle.
Según una persona vinculada al sector -que prefirió mantener el anonimato-, Wadhwa buscó el apoyo del grupo de antiguos guerrilleros para tomar el control total de NRC y, a cambio, les ofreció puestos de trabajo y el control de un colectivo de casi 7.000 personas.
De acuerdo a esta fuente, los otros partidos mayoritarios quedaron fuera del reparto en el sector de los casinos y, a su llegada al Gobierno en 2009, se tomaron la revancha y endurecieron las condiciones para los gestores del juego en Nepal.
Además de cambiar las políticas sobre el pago de las concesiones y de la renovación de licencias, que ahora debe ser anual, empezó a haber frecuentes redadas en los casinos a la búsqueda de ciudadanos nepalíes.
A pesar de la ley, los nepalíes tenían hasta hace poco entrada casi libre en los casinos, como admitió recientemente un responsable policial delante de una comisión parlamentaria, donde reconoció que los casinos del país no podrían sobrevivir sin la clientela local.
El Ejecutivo nepalí se defiende de las acusaciones de mano dura y se remite a la aplicación de la ley.
De acuerdo a un responsable gubernamental -que prefirió que no se revelase su nombre-, las normas establecen claramente la prohibición de acceso a los casinos para los nepalíes, ya que algunos “lo venderían todo para jugar” si se les permitiera la entrada libre.
La mayoría de clientes extranjeros de los casinos en Nepal provienen de los países del entorno, especialmente indios, “pero las redadas han espantado a muchos de esos extranjeros”, explica Kishor Silwal.
Este empresario cree que se debería permitir la entrada a los ciudadanos locales y, aunque acepta que “algunos pueden perder”, confía en que finalmente se cambiará la normativa, “lo que acabará con la brutalidad policial en los casinos”.
Fuente: Katmandú, 20 (EFE).-
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.