Víctimas de trata y tráfico de personas en su mayoría son de condición humilde
20 ago 2011
Fuente: LA PATRIA
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Las víctimas de trata y tráfico de personas son en su mayoría de condición humilde, sumidas en la pobreza y con falta de educación, puesto que son atraídas con engaños para luego ser explotadas, éste es uno de los temas que fue tratado ayer en el seminario organizado por la fundación “Levántate mujer”.
En el seminario se visibilizó la actual problemática, con la exposición de varios entendidos que asistieron al salón “Idelfonso Murguía” del Gobierno Departamental Autónomo de Oruro.
Bolivia no está exenta de esta realidad alarmante, manifestó la coordinadora del programa de Derechos Humanos, Daniela Zubieta, ya que es evidente que la trata y tráfico de personas es un tema desconocido por la población puesto que los datos estadísticos son dispersos, porque por un lado la Policía, el Poder Judicial y el Ministerio Público presentan cifras distintas.
Lo que se pretende es que las personas reconozcan este tema porque los tratantes buscan a sus víctimas entre la población más vulnerable, es decir en los sectores donde existe pobreza y falta de educación.
La trata de personas se presenta cuando alguien es captado a través de engaños y falsas promesas, es decir, les ofrecen por ejemplo trabajar de empleada, con un sueldo mayor a 1.000 bolivianos, pero sin embargo esta artimaña es utilizada para fines de explotación laborales, sexual, indigencia y tráfico de órganos. Y el tráfico es cuando una persona cruza la frontera de un país, consolidando una migración con engaños y también falsas promesas, aunque también puede ocurrir en el interior del país.
Además existen casos de víctimas que no denuncian por temor, ya que el delito es cometido por organizaciones criminales. En Bolivia, hasta la fecha no se pudo identificar a grupos organizados, “pero sí a clanes familiares que obligan a las menores en temas de explotación sexual y laboral”, explicó Zubieta.
ORURO
En Oruro existe el comercio de menores además de la explotación laboral y sexual en las minas, en este último caso identificado “reclutan a niñas con engaños indicándoles que trabajarán como meseras o coperas, una vez en el lugar las obligan a prostituirse, si no hacen lo que ellos quieren; las maltratan, golpean o las matan”.
En el seminario se indicó que para las menores es muy difícil escapar de sus verdugos, la única forma de salir de este círculo es cuando las víctimas ya no son útiles, en otras ocasiones las asesinan o en el mejor de los casos son rescatadas por la Policía.
La actividad permitió informar a la población de los peligros que corren sus hijos al ser entregados a desconocidos o padrinos, ya que en muchas oportunidades son explotados laboral o sexualmente.
Fuente: LA PATRIA
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