Miercoles 17 de agosto de 2011

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Editorial y opiniones
¿Es o no es verdad?
Originarios e invasores
17 ago 2011
Por: José Gramunt de Moragas, S.J.
¡Qué diría Alexander Von Humoldt descubridor de la que él calificó como la selva más hermosa del mundo y hoy se denomina parque nacional de Isiboro Sécure; que diría si comprobara cómo aquel paraíso está siendo avasallado por colonizadores sindicalistas cocaleros y madereros que desboscan tierras vírgenes para cultivar coca, instalar poblados precarios pero con su inevitable cantina! Hasta ahora, todo esto se sabía y el Gobierno lo consentía, especialmente a los sindicatos de cocaleros a quienes todo se les tolera.
Los aborígenes de aquella hermosa selva se han puesto en marcha para exigirle al Sr. Presidente la suspensión de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. Alegan que en el 21 de junio del 2010 celebraron un encuentro extraordinario de corregidores y decidieron la suspensión inmediata de dicha carretera por tratarse de una decisión gubernamental “socio-culturalmente etnocida, ambientalmente desastrosa y técnicamente no fundamentada”. ¡Qué aguda y exhaustiva disección del problema!
El Presidente a su retorno de Pekín se encontró con su país en efervescente protesta y curiosamente mostró su decepción porque no logra dialogar con los sectores sociales en rebeldía, entre ellos aborígenes del Tipnis. Que no se preocupe el Sr. Presidente: Ellos vienen a encontrarle. El gobierno no cede a las condiciones que interpone la contraparte. A la vista de un simple observador tengo la impresión de que el problema de fondo no es la carretera que vaya a destruir el habitat natural de los recolectores-cazadores-pescadores originarios, y que más bien les va a proporcionar una vía de contacto con el resto del país y las posibilidades de una vida menos precaria que la actual. El verdadero problema es la invasión de cocaleros, madereros y otra fauna de malhechores. Esos son los enemigos, a quienes el Gobierno no ha querido poner freno.