Martes 16 de agosto de 2011
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Editorial y opiniones
Gobierno-Movimientos: practicismo liberal y popular
16 ago 2011
Por: Abraham Delgado Mancilla
La marcha de los indígenas del Tipnis, la de los cívicos de Potosí y el paro de la Fejuve de El Alto (no fue total en El Alto, y merece catalogarlo en un 50 ó 60 por ciento), se llevaron adelante, aunque el Gobierno ha pretendido desactivarlos. Y lo que nos interesa, son los “juegos” del Gobierno y los “rejuegos” de los movilizados. A estos juegos y rejuegos los hemos llamado, el “practicismo” liberal y popular.
Desde hace mucho tiempo atrás, el Gobierno se ha moldeado al Estado, se lo ha asumido y re-convencido, de que el Estado es él. Y como todo tiene costo, el costo es la adopción (en calidad de hijastros mal habidos, pero necesarios) de las mismas conductas del Estado neoliberal. Los sacrificados son los valores y principios de los movimientos sociales e indígenas.
Se los ha sustituido por la “tecnocracia”, la “burocracia” y el “conductismo” liberal. Por ejemplo, decir a los movimientos populares o indígenas, que los ha llevado al poder, de que “los bloqueos” perjudican al país, o pretender justificar con los “números”, las promesas incumplidas, es como dice Alain Badiou, “el número… es el fetiche de los tiempos actuales, es porque donde falla lo real el número ciego ocupa su lugar”. El Gobierno, cuando incumple promesas, encuentra números. Además, ataca a los interpoladores colectivos e individuales, con recursos usurpados de los propios movimientos sociales, el “discurso”.