El Ajedrez un juego de estrategia, planificación ingenio y paciencia, considerado deporte ciencia
15 ago 2011
Fuente: LA PATRIA
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El ajedrez una disciplina considerada deporte ciencia, lo que pasa que es un juego de estrategia, planificación, ingenio y mucha paciencia, aptitudes que son la base para la práctica de este deporte. En la actualidad existen muchos jóvenes y niños orureños que tienen buenos dotes técnicos de manera que no es de extrañarse que en los eventos nacionales, estén siempre en los primeros lugares.
Según explicaba el presidente de la Asociación Departamental de Ajedrez Oruro, René Salazar, este deporte de ingenio, simboliza la guerra con movimientos estratégicos que en determinado momento dejan al rival sin movimiento alguno. En los últimos años, adquirió gran popularidad, se juega entre dos oponentes, donde no interviene para nada el azar, sino la rapidez intelectual de los competidores.
El ajedrez fue definido de diferentes formas: Un juego, una ciencia, un deporte, una estrategia, es una técnica educativa, conceptual y procedimental, es un modo de ver la vida y la guerra, es una actividad puramente intelectual, es un ejercicio de razonamiento y concentración.
Rescatamos también los conceptos del árbitro oficial del ajedrez orureño, Rómulo Zubieta, quien manifestó que el ajedrez es un juego racional, ya que cada jugador decidirá el movimiento de sus piezas en cada turno. “El desarrollo del juego es tan complejo que ni siquiera los mejores jugadores o los más potentes ordenadores existentes, pueden llegar a considerar todas las posibles combinaciones”, aseguró Zubieta.
En una partida de ajedrez comienza las fichas blancas y que a partir de entonces ambos jugadores se turnan para mover alguna de sus piezas. Cada jugador intentará obtener ciertas ventajas en la posición en el tablero, y capturando las piezas contrarias, aunque el objetivo final es atacar al rey y dejarlo sin escapatoria, jaque mate.
La expresión Jaque Mate, proviene de las palabras persas: SHAH MAT: "el Rey está muerto".
Hoy en día existen varios jóvenes que destacan en el ajedrez a nivel local y nacional, recién se vio que jugadores de las categorías Sub-6 y Sub-8 participaron de la mejor manera en un certamen nacional donde fue importante el uso del reloj.
El reloj de ajedrez consiste en un doble cronómetro que mide el tiempo que tiene cada jugador para realizar sus movimientos. “Mientras que el reloj del jugador que tiene el turno está en marcha, el de su oponente permanece detenido, hasta cuando el primero efectúe su jugada y detenga su reloj, poniendo así en marcha el reloj del contrario”, explicó Zubieta.
Luego agregó: “En la actualidad, utilizamos los relojes de ajedrez digitales basados en un funcionamiento electrónico, mediante pilas, que permiten configurar diferentes ritmos de juego”.
Existen varios tipos de sistemas como el Fischer (incremento de varios segundos por cada jugada) o el sistema Bronstein (igual que el sistema Fischer pero sin sobrepasar el tiempo inicial asignado); así como determinar con exactitud cuál jugador agota primero su tiempo.
Los controles de tiempo en el ajedrez nacen de la necesidad de evitar que los jugadores tarden demasiado en reflexionar sus jugadas, en partidas amistosas, el ritmo de juego es normal este es acordado por los jugadores, que pueden decidir si utilizan un reloj o no. En cambio en torneos oficiales el tiempo disponible para cada jugador depende del tipo de torneo (normal, semi-rrápidas, ajedrez activo, etc.) la modalidad, establece la organización del torneo.
Un jugador puede disponer de cierto tiempo para toda la partida, o para alcanzar un número de jugadas establecidas; además puede recibir o no cierta bonificación en tiempo por cada jugada realizada. Si un jugador agota su tiempo o no es capaz de realizar el número de jugadas asignadas, pierde la partida.
Las partidas más utilizadas en los eventos locales o nacionales son: Partida blitz o relámpago: Aquella en la cual cada jugador dispone de un máximo de 15 minutos para toda la partida; Partida rápida: Aquella en la cual el tiempo para cada jugador está entre 15 y 60 minutos; Partida normal (ritmo clásico): Aquella en la cual el tiempo de reflexión por jugador es mayor a 60 minutos.
PIEZAS
Las piezas se mueven sobre un tablero de ajedrez cuadrado de 8×8 = 64 casillas, con los mismos colores que las piezas colocadas alternativamente, 32 claras y 32 oscuras, también llamadas escaques. Las piezas de cada jugador al principio de la partida son: Un rey, una dama, dos alfiles, dos caballos, dos torres y ocho peones. Cada tipo de pieza se puede mover de una forma diferente, lo que determinará su potencia y su importancia en el desarrollo del juego.
HISTORIA
El ajedrez se originó en el Valle del Indo, y sus comienzos datan del siglo VI de la era cristiana. En sus orígenes se lo denominó Chaturanga o juego del ejército. Fue difundiéndose a través de las rutas comerciales de aquel tiempo, llegó a Persia y al Imperio Bizantino, extendiéndose por toda Asia.
Los árabes estudiaron profundamente el juego, analizaron sus movimientos y escribieron varios tratados sobre ajedrez. Con la invasión de los árabes a España, llega alrededor del año 700 a la península y se comienza a difundir en Europa, aunque hay datos de que ya lo jugaban los vikingos y los cruzados que habían visitado Tierra Santa.
Entre los objetos hallados en la tumba de Tutankamón, por ejemplo, fueron encontradas piezas de un juego de interior que se supuso habría pertenecido a un juego del que habría derivado el ajedrez. Tiempo después, no obstante, hubo que descartar aquella teoría. Quizás el primer vestigio palpable que se tiene hasta la fecha de una forma de ajedrez, data de 500 años antes de la era cristiana y fue descubierto en la India bajo el nombre de Chaturanga. Los persas adoptaron el juego y a ellos debemos gran parte de su actual nomenclatura. Asimismo, los árabes fueron quienes difundieron el ajedrez a lo largo de la costa norte de África y en la Península Ibérica.
LEYENDA DEL AJEDREZ
Hace mucho tiempo reinaba en la India un príncipe llamado Ladava. Sus amigos estaban muy preocupados por él, pues últimamente estaba siempre triste y taciturno. Hasta la aldea de Lahur Sessa, un joven brahmán, llegó la noticia de la tristeza del monarca. Así pues Lahur Sessa inventó un juego ("el ajedrez") que pudiera distraerlo y alegrar su corazón.
Sessa explicó al rey Iadava, a los visires y cortesanos las reglas del juego. Era un gran tablero cuadrado dividido en 64 casillas. Sobre él se colocaban dos series de piezas, unas blancas y otras negras. Las formas de las figuras se repetían simétricamente y había reglas curiosas para moverlas.
Ladava quedó impresionado por el ingenio de Sessa y le ofreció una bolsa llena de oro o un arca repleta de joyas o palacios o tierras... pero Lahur "sólo" le pidió granos de trigo.
Un grano por la primera casilla del tablero, 2 por la segunda, 4 por la tercera, 8 por la cuarta, y así doblando sucesivamente hasta la última casilla.
Al oír la petición de Sessa todos rieron, Ladava aunque extrañado, llamó a los algebristas de su corte para que hicieran el cálculo del número de granos que debía entregar al brahmán. Cuando éstos hicieron el cálculo, vieron, asombrados, que no había trigo en el reino para pagar esa cantidad.
Fuente: LA PATRIA
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