Domingo 14 de agosto de 2011
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La selección china de fútbol, que a partir de ahora dirige el murciano José Antonio Camacho, es un equipo mediocre incluso a nivel asiático, donde nunca ha ganado un trofeo continental, algo inexplicable para un país donde el fútbol es el deporte más popular, sus clubes manejan ya muchos millones y hay campeones mundiales y olímpicos en infinidad de deportes.
Actualmente en el puesto 73 de la clasificación del la FIFA, un escalón por detrás de la africana Malawi, la selección china es un equipo que alcanzó sus mejores resultados a principios de este milenio, cuando por primera vez se clasificó para un Mundial, el de 2002, y jugó la final de la Copa Asiática de Naciones en 2004.
Pero estos éxitos fueron engañosos: Al Mundial, donde fue dirigida por Bora Milutinovic, llegó en parte gracias a la ausencia de Corea del Sur y Japón -anfitrionas de aquella Copa del Mundo- en la fase de clasificación.
Y en la Copa de Asia, la "Gran Muralla" -apodo que recibe el equipo, por su tendencia al fútbol defensivo- contó con la ventaja de jugar en casa, lo que no le sirvió para batir en la final a su eterna rival histórica, la selección nipona.
Fuente: Pekín, 13 (EFE).-