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Sábado 06 de agosto de 2011

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Revista Tu Espacio

Semblanza

Jimmy López, un ambientalista entre la educación y el arte

06 ago 2011

Fuente: LA PATRIA

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Cuando ingresamos al ámbito del arte nos encontramos con personas que tienen diferentes características, únicas en su forma de ser y de haber desarrollado su recorrido por esta carrera tan bella en sus diferentes formas.

Jimmy López Daza es una de esas personas que apasionado por la actuación, complementó sus estudios de Agronomía y su conciencia ambientalista a eso de actuar, no sólo para hacer lo que le gusta, sino para dejar la semilla del conocimiento en las generaciones actuales. Conozcamos entonces sobre la vida y recorrido de Jimmy.

Cuéntanos, ¿quién es Jimmy López?

Actualmente estoy cruzando los 41 años alegremente, soy orureño de nacimiento, siempre viví acá, es mi tierra, lucho por mi tierra, me desespero por ella, es como cualquier persona, donde nace y crece, se siente muy feliz y parte de esa tierra.

Estudié en el colegio Anglo Americano hasta segundo medio, salí bachiller del Centro de Informática, que hoy es el Colegio San Miguel, y me he formado en la Carrera de Agronomía, inicialmente lo hice en Cochabamba y luego en nuestro departamento, egresé hace unos 15 años, más o menos, me dediqué a mi carrera un buen tiempo, unos 8 años. Trabajé en San Benito en la estación de duraznos en Cochabamba, y luego me vine a trabajar acá en Poopó, en el campo, donde he tenido experiencia maravillosas, porque conocer y estar en contacto con la naturaleza y personas que trabajan en el campo, es diferente son mucho más sensibles, cariñosas y bondadosas.

¿Cómo surge tu interés en la defensa del medio ambiente?

Estuve en Poopó trabajando en el manejo de cuencas y, hubo un cambio, y es interesante el hecho de ser un luchador por el medio ambiente. El año pasado fui parte del Foro Boliviano del Medio Ambiente, entonces, esto ha hecho que nunca me desligue de esa preocupación, de esa conducta ambiental que deberíamos tener todos, y he ligado lo que es trabajo de mi carrera como agrónomo con el arte, he llegado a hacer educación ambiental a través de la actuación. Tuve la oportunidad de trabajar en un recorrido que hice desde nuestra ciudad, hasta Uyuni, Tarija, y varios municipios, con ese fin de la educación ambiental a través del arte.

¿Cuándo despierta tu inquietud por la actuación?

En colegio ya tuve algunos pasos desde mi padre, desde el dibujo, una vez calqué un dibujo y en vez de regañarme mi padre me dijo: “Qué lindo que lo haces”, y creo que eso me caló, porque dije cómo voy a engañar a mi padre, y me esforcé en dibujar y luego comencé a pintar, me gustaba la imagen, soy sensible a los colores, a las formas, a las acciones, de pronto ver llorar a una persona me cautivaba mucho, entonces creo que ese ha sido el inicio para que en un momento, cuando salí del colegio, lo primero que busqué fue dónde poder aprender sobre el teatro. Encontré un taller de un amigo, que duraba una semana me inscribí y bueno, conocí algunas cosas y después me fui forjando junto a dos amigos, René y José, con ellos fuimos motivándonos en la formación de un grupo de teatro que se llamaba “La nada”, y otro de música.

¿Algunas personas que hayan coadyuvado en tu desarrollo artístico?

Llegaba alguna gente de otros lugares que nos relacionábamos y teníamos acercamiento, recuerdo que llegó una amiga de la Argentina que hacía expresión corporal, fue tan lindo ese taller. Han habido momentos que me han servido para irme forjando como se dice sin escuela, de pronto si hubiese tenido alguna escuela quizá el pensamiento que tengo sobre el arte no sería el mismo. No he sido reacio a la escuela pero siempre he tenido un alejamiento por ese encasillamiento en el que te manejan los sistemas, es más soy de una filosofía contemporánea, de expresar la educación a través del arte, que es la expresión libre del arte, obviamente las técnicas son la base, pero la expresión libre del arte es otra cosa, es un sentimiento muy aparte, muy genuino, muy sincero.

¿Cuáles han sido los momentos que más recuerdas en la actuación?

La que más me gusta que fue la de más aventura, fue cuando estuve cursando la universidad y, en vez de dar los exámenes finales, me iba a los festivales de teatro, el único encuentro nacional de teatro que había, que era el “Encuentro Nacional de Teatro Popular”, no era de un teatro popular como el que se conoce actualmente, sino que era un nivel de teatro contestatario, de ponencias, muy lindo. Entonces si tenía examen pero tenía que viajar, optaba por el viaje.

Acá en el Departamento tuvimos la iniciativa, junto a unos amigos, de hacer un festival de teatro, que se llamaba “Alalau”, que ha tenido cinco versiones, y esa vez no habían proyectos para presentar entonces recurrimos a las empresas, y nos colaboraban.

Y después lo que más me gustó en los últimos tiempos fue la película que realizamos con Julia Vargas la fotógrafa y directora de cine, “Esito sería”, ha sido una experiencia genial, que desde ese entonces que son casi siete años ya, no he dejado lo audiovisual, he trabajado con grupos acá y puedo decir que estamos empezando.

¿Qué sientes al actuar?

Al actuar siento que no eres nadie, pierdo toda noción de tiempo, de cuerpo y de espacio, pero sé que lo que estoy haciendo es diferente, es decir, saber lo que estás haciendo sin sentir tu cuerpo, sin sentir el espacio y el tiempo es algo inexplicable.

¿Qué opinas del público?

El público es algo fundamental dentro de este proceso, estoy en una cruzada, con algunas actividades, precisamente en este complemento que es el público, que forma parte de una crítica y análisis más allá de una simple apreciación al artista, que sería el divertirse, tiene que formar parte del análisis y crítica. No tenemos un público preparado, esto no va en contra de nadie, pero me refiero a que las personas van a ver los espectáculos para divertirse, no van a observar cuál es el fondo, cuáles son las motivaciones, las creencia de ese grupo, porque el artista más allá de ofrecerte algo para divertirte, ofrece una creación intelectual, y eso es lo que deberíamos apreciar, ese consumo de cultura y no el otro que no está mal, el divertirse nos hace bien, pero tendríamos que tener esas potencialidades mencionadas.

¿Qué les pides a los jóvenes?

La formación a través del arte, no llega a una edad adulta simplemente, sino que deberíamos hacerla desde pequeños, entonces cuando apreciamos el arte a nivel estético y ético, que son fundamentales, tenemos una formación muy sincera, muy analítica y muy crítica, me gustaría que los jóvenes empiecen a apreciar a ese nivel el arte, que no es pues agarrar un lápiz y dibujar, no es salir a un escenario y cantar, sino que hay un trasfondo y ese trasfondo es la apreciación estética y ética que tiene el arte, y es eso lo que debemos cultivar, y después de eso no es necesario que seamos artistas, sino que vamos a tener, estoy seguro, una formación mucho más integral.

Fuente: LA PATRIA
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