EDITORIAL

¡Felicidades Bolivia!

Hoy el corazón se hincha de emoción, al celebrar los 186 años de independencia de nuestra querida patria Bolivia, que encierra riqueza, belleza y atesora mujeres y varones trabajadores, con sed y hambre de justicia.

Al festejar este nuevo año debemos también tener un momento de reflexión y autoevaluación personal para darnos cuenta de qué es lo que estamos construyendo y dejando a las generaciones futuras, desde el lugar que nos encontremos.

Se habla mucho de las generaciones actuales que perdieron los valores y los principios, sin darnos cuenta que los niños y jóvenes de hoy son lo que los mayores somos y no lo que queremos, y si nuestra juventud hoy está “mal” es porque nosotros, los adultos, estamos fallando.

Desde hace mucho hemos olvidado que el recurso humano es lo más importante para que una sociedad crezca sanamente y se desarrolle dignamente.

Es lamentable ver cómo la gente debe salir del país para buscar mejores días, sin embargo, esto además implica la fuga de cerebros, pues hay bolivianos que triunfan en otros países con su intelecto y fuerza de trabajo, que no piensan en volver y aportar a su país con sus conocimientos, como quien dice “nadie es profeta en su tierra”.

Sin embargo, los bolivianos que están fuera también deben pensar cómo ayudar a la tierra que los vio nacer, por agradecimiento.

Y los que permanecemos aún y apostamos por la heredad nacional, debemos cambiar de actitud para mejorar nuestra calidad de vida, de nuestros hijos y de las generaciones que vienen.

Así que a pensar y repensar en nuestras actitudes y acciones, para que mañana cerremos los ojos con la frente en alto y con la misión cumplida.

Fuente: LA PATRIA