Lunes 01 de agosto de 2011
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El trabajo de los niños, niñas y adolescentes en las actividades laborales trae como consecuencia la deserción escolar, bajo rendimiento educativo de los niños/as trabajadores; que afecta a su desarrollo personal y reduce sus oportunidades de empleo en el futuro reproduciendo así el círculo de la pobreza.
El trabajo infantil lleva a los niños y niñas asumir roles del adulto, dejando de lado su infancia, reemplazando los juegos recreativos que son indispensables para un desarrollo infantil saludable, por un trabajo pernicioso para los niños/as y adolescentes.
Este problema debe ser tomado muy en cuenta; pues el trabajo infanto-juvenil limita su normal desarrollo y aumenta sus problemas de salud, lo cual repercute en la disminución de su calidad de vida.
En conclusión, la inserción de los niños y niñas al mercado laboral es ocasionada por la inestabilidad de trabajo de sus padres, sus bajos ingresos económicos o abandono por parte de ellos; tal situación obliga a los niños y niñas a trabajar para poder sobrevivir; asumiendo responsabilidades a temprana edad, reduciendo su tiempo para el aprendizaje escolar.