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Domingo 31 de julio de 2011

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Revista Dominical

Los africanos y su ejemplo de lucha contra el racismo

31 jul 2011

Fuente: LA PATRIA

Por Ximena Miralles Iporre - Periodista y Directora de LA PATRIA

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Los negros africanos dieron ejemplo en la lucha contra el racismo, ya que a pesar de los vejámenes, humillaciones y maltrato que vivieron entre los siglos XVI y XIX, una numerosa población de sus descendientes se superó, llegó a sobresalir en deportes, música, artes y en Estados Unidos el año 2009 asumió la Presidencia por primera vez un afroamericano, Barack Obama, quien resultó el presidente 44º en la historia del gigante del Norte.

El padre Alonso de Sandoval relata lo que vio en relación al traslado de los esclavos desde África hacia América, señalando que “van de seis en seis, encadenados por argollas en los cuellos, asquerosos y maltratados, y luego, unidos de dos en dos con argollas en los pies. Van debajo de la cubierta, con lo que nunca ven el sol o la luna. No se puede estar allí una hora sin grave riesgo de enfermedad. Comen de 24 en 24 horas una escudilla de maíz o mijo crudo y un pequeño jarro de agua. Reciben mucho palo, mucho azote y malas palabras de la única persona que se atreve a bajar a la bodega, el capataz”. (1)

En la misma publicación se indica que de vez en cuando se subía a los esclavos a la cubierta “donde eran obligados a realizar violentos ejercicios físicos para evitar que la inactividad menguase demasiado el tono muscular, del que dependía el precio de venta”. (2)

La esclavitud comenzó cuando los portugueses intentaron otra ruta hacia la India, que no fuera a través del mar Mediterráneo, para evitar la intermediación de los mercaderes árabes, bordeando las costas del continente africano. Al principio los comerciantes portugueses explotaban oro en África, luego el comercio se diversificó “comienza la extracción de marfil, de pieles, maderas y, finalmente, de esclavos”. (3)

Pese a que el negocio, conocido como “negrero” o de tráfico de esclavos africanos, se inició con los mercaderes portugueses, quienes se dedicaron en mayor magnitud a dicha actividad fueron los ingleses, luego los franceses y casi nada los españoles.

Hacia 1818 casi la mitad de la población de Brasil, que se componía de 4 millones de habitantes, era de esclavos y en 1847, más de la mitad de los 9 millones de cubanos eran esclavos. En Haití, donde los franceses se comprometieron con ese comercio, en 1950 sólo 2 mil de los 3,5 millones de habitantes eran blancos, el resto eran descendientes de esclavos. En 1800, en Estados Unidos había alrededor de 1 millón de esclavos y 60 años después se convirtieron en 4,5 millones de una población total de 30 millones de individuos. (4)

No sólo el tráfico y empleo de la mano de obra de esclavos africanos era violenta y dolorosa, ya que trabajaban de manera forzada y sin remuneración en plantaciones de azúcar, tabaco, algodón, cacao o en las minas de oro y plata, sino también la obtención de los mismos, ya que eran arrancados de su tierra producto de las guerras entre los reinos por el control del comercio y la extensión de sus territorios. “Incluso, a veces el tráfico se realizaba entre grupos de la misma jefatura, cuando la demanda era abundante. En ocasiones, los esclavos eran obtenidos a través de la imposición de tributos a los jefes sometidos. También los traficantes hacían por su cuenta guerras y “razzias” para conseguir esclavos”. (5)

A pesar de esa corriente esclavista que predominaba en esos tiempos; pues a muchos les resultaba cómodo emplear mano de obra muy barata, pues sólo pagaban una vez al comprar a la persona y luego los mantenían en condiciones inhumanas, la alimentación era escasa y si se moría un esclavo lo reemplazaban por otro; también existían personas de espíritu humanitario que no estaban de acuerdo con ese tipo de maltrato a los individuos.

San Pedro Claver se convirtió en un referente de los abolicionistas, se hacía llamar “el esclavo de los esclavos” y en cada desembarque de negros iba al puerto a asistirlos con comida, medicamentos y otro tipo de consuelos, se ocupaba de saber a dónde eran llevados y en lo posible hacía un seguimiento del paradero de cada uno y en qué condiciones estaban viviendo, cuidando que sus dueños no los maltrataran (6).

En los últimos años del siglo XVIII se inició una corriente antiesclavista y la nación que más decididamente abogó por la abolición fue Inglaterra. En 1792 la Cámara de los Comunes aprobó una moción sobre la abolición gradual del comercio esclavo y en 1807 quedó prohibida esa práctica.

En América la pugna entre esclavistas y abolicionistas fue más dramática en Estados Unidos, donde se originó la sangrienta Guerra de Secesión. En 1862 el Congreso Federal prohibió la esclavitud y el 1 de enero de 1863 declaró libres a todos los esclavos.

En Sudamérica, con el triunfo de los movimientos liberadores también se apresuraron a conceder libertad a los esclavos. En México se emancipó a los esclavos en 1813, en Venezuela y Colombia en 1821, en Centroamérica en 1823-24, en Ecuador (1852-56), Argentina (1860), Paraguay (1869) y Brasil (1888). (7)

Es cierto que algunas personas de la raza africana o descendientes de africanos aún conservan resentimiento, odio y rencor hacia quienes los esclavizaron, pero también es verdad que muchos otros decidieron seguir sus vidas, mirando hacia delante, olvidando su triste pasado y se superaron.

Ese es el ejemplo que hay que seguir, dejar de lado los resentimientos que ya no nos corresponden, pues no podemos seguir llevando en las venas el veneno del odio y el rencor por más de 500 años, por cosas que hicieron personas que ya están muertas y enterradas, a personas que conocimos sólo a través de relatos orales o escritos.

Lo que se debe hacer es seguir viviendo de la mejor manera posible, en la cultura del amor, de la solidaridad, del apoyo al prójimo, ayudando a los más necesitados a crecer y desarrollarse, en lugar de despreciar el conocimiento de los más entendidos aprovechar su sabiduría y ponerla en práctica, en lugar de buscar una igualdad en la que todos sean pobres e ignorantes, debemos apuntar a ser una sociedad donde todos alcancen mayor riqueza, especialmente espiritual y mayor sabiduría y desarrollo.

Referencias:

1-2-4. mgar.net/var/trata.htm

3-5. www.monografías.com

6-7. http://mgar.net/var/trata3.htm

Fuente: LA PATRIA
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