La erradicación de las plantaciones de hoja de coca excedentaria que superan las 10.000 hectáreas será una tarea titánica que se debe ejecutar hasta fin de año, según advirtió el viceministro asignado a esa misión afirmando que esa acción fue instruida por el jefe del Estado Plurinacional y que pese a ser dirigentes del sector cocalero, están empeñados en cumplir lo dispuesto por la Ley 1008 de Sustancias Controladas.
El objetivo propuesto resulta ser importante, puesto que hasta la fecha habrían sido erradicadas 5.834 hectáreas, de un total de cultivo excedentario de 10.900 hectáreas, habiendo llegado incluso a zonas donde antes no se ingresaba por acuerdo con los productores, quienes ahora están conscientes que se debe cumplir con la ley.
Si eso funciona –como asegura el viceministro Felipe Cáceres- constituye un importante avance en la cuestionada lucha contra el narcotráfico y, lo que es más, una muestra de la voluntad política del Gobierno para no permitir que la ilícita actividad crezca con los riesgos, perjuicios y hasta criminalidad que amenaza con la seguridad nacional.
En la lucha antidrogas participa importante número de efectivos policiales y militares, con apoyo económico de los Estados Unidos de Norteamérica, que la pasada gestión asignó 20 millones de dólares al igual que este año y para el 2012 anunció que reducirá a 15 millones de dólares, existiendo empero otro compromiso de la Cooperación Europea por 20 millones de euros, según confirmó el viceministro Cáceres, señalando que el mayor apoyo económico proviene de los Estados Unidos. Empero en este caso hay una doble moral, porque mientras algunas autoridades de gobierno cuestionan y se desgañitan al condenar la participación de los “yanquis” en la lucha antinarcóticos, otras agradecen por ser el país que más recursos económicos asigna.
En ese sentido se advierte a las claras que la lucha contra las drogas genera otra interna, la lucha política gubernamental, porque unos quieres a los “gringos fuera” y otros esperan mayor cooperación para enfrentar el flagelo del narcotráfico que logró infiltrar a varios peces gordos en la ilícita actividad en Bolivia, donde incluso operan clanes familiares identificados por los organismos de seguridad del Estado.
Algo más que señaló el viceministro Cáceres en una entrevista en televisión, es que se recibe ayuda alemana con sofisticados laboratorios de análisis de la droga, lo que permitió establecer que el 52 por ciento de la cocaína que circula en Bolivia es “importada” del Perú y utilizan a la ciudad de Santa Cruz, como también ocurre con Oruro, como puente del narcotráfico para llevar la droga al Brasil y Chile, respectivamente, por lo que se debe pensar en la regionalización de la lucha contra las drogas.
Si la acción es efectiva con una lucha frontal contra el narcotráfico como anuncian las autoridades podremos evitar que el flagelo de la drogadicción crezca en el país, pero no se debe olvidar que el paso inicial al consumo de drogas es el consumo de alcohol, por lo que otra acción decidida debe poner freno al alcoholismo que adquiere carta de ciudadanía cuando ese excesivo consumo incluso se ha volcado a las calles, donde hay “open bar”, bares abiertos al aire libre donde jóvenes y señoritas se reúnen para “compartir entre amigos” bebidas de dudosa calidad con alto contenido de alcohol.
La labor para erradicar el consumo de drogas debe comenzar por lo primero, reducir y eliminar el consumo de alcohol en los adolescentes, quienes podrían convertirse en potenciales consumidores de drogas al futuro, hecho que no es tomado en cuenta por las autoridades que sólo enfocan el tema de la cocaína y eventualmente la marihuana.
Sin embargo es bueno recordar que el control y protección de los jóvenes debe ser compartido porque en el núcleo familiar, los padres de familia son directos responsables de cuidar y proteger a sus hijos, quienes frecuentan locales nocturnos para consumir alcohol y también se reúnen en paseos céntricos de la ciudad para libar bebidas espirituosas que envenenan su organismo y hasta motivan riñas y peleas en pleno centro de la capital.
El comercio indiscriminado de alcohol y su distribución tiene que ser controlada, porque ahora existen lugares de venta pública donde incluso los niños que transitan a la adolescencia pueden abastecerse para “disfrutar de sus tragos” a vista y paciencia de las propias autoridades que observan con indiferencia este hecho que paulatinamente se convierte en un flagelo para la sociedad. Ojalá la lucha antidroga abarque además la lucha contra el alcohol, consumo que es permitido por falta de interés y una decidida acción de las autoridades llamadas por ley.
(*) Periodista
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.