A lo largo de la vida, uno se va encontrando con muchas cosas y descubriendo otras tantas.
Han pasado 43 años desde que dejamos de ser alumnos regulares del “cole”, bajo el nombre de la Promoción 68, y, llegábamos a un mundo nuevo que se abría ante nosotros, la Universidad.
El recordar cómo comenzó todo, hace tanto tiempo nos trae miles de recuerdos, de aquellos días en los que al pasear por el colegio por primera vez, era descubrir su imponente infraestructura, sus salones cómodos y amplios, un lugar muy tranquilo, un lugar libre, y a la vuelta del cole el famoso “muro” donde algunos tenemos buenos y malos recuerdos.
Las primeras amistades que se conocían, se hacían más fuertes cada vez, año tras año, conocíamos nuevos profesores, veíamos extrañados y divertidos a los alumnos de cursos superiores, que más se fijaban en nuestra bien cuidada cabellera para ser rapados.
Así comenzaba la historia, teníamos ante nosotros, lo que sería nuestro segundo hogar, estábamos a punto de descubrir lo que hoy vemos un colegio realmente especial. Porque nos educamos en un ambiente de libertad y de mucha amistad, un ambiente único que fuera de ofrecernos una infraestructura óptima, nos daba la oportunidad de ser nosotros mismos, dentro de un plan de educación único en su tipo.
Participábamos en toda clase de actividades, por ejemplo: Las elecciones que habían en el colegio para elegir un presidente, vicepresidente secretarios y otros, una aventura en la que participábamos los más representativos de los cursos para ser elegidos, perdíamos o ganábamos la responsabilidad era grande y como en ese entonces, la década de los 60 había mucha tensión política, salíamos en manifestaciones callejeras, donde expresábamos nuestras preocupaciones por la situación en la que se vivía, en ese entonces fue donde perdimos a un compañero nuestro, don Marcos Luis De la Barra a quien recordaremos siempre, todas estas cosas prácticamente nos hicieron madurar muy rápido lo que influyó en algunos compañeros a dedicarse a la actividad política, algunos llegaron a ser Senadores, Diputados, Ministros, Viceministros de la República destacándose como tales.
Pasaron los años, y muchos de los compañeros de entonces siguieron su camino y unos estudiaron ingeniería, otros ciencias económicas, medicina profesiones donde fueron reconocidos por su fecunda labor.
En la actividad deportiva: En futbol, basquetbol, futbol de salón, atletismo brillaron varios compañeros, en voleibol -el deporte favorito de ese entonces-, donde habían verdaderas estrellas, que fueron llamados a selecciones nacionales, para participar en sudamericanos y alguna vez en mundiales, no doy nombres por no olvidarme de algunos, gracias a la buena preparación, y a la inquietud de los profesores Eduardo Leclere Polo, Eliodoro Villarroel y otros que siempre estaban dando el apoyo necesario, realmente pasamos una buena década del 60, gracias al entusiasmo, respeto y mucha responsabilidad de nuestros educadores de esa época.
Otra de las actividades que nos gustaba era el día de campo al balneario de Obrajes, para lo cual contratábamos camiones, para el viaje no importaba el precio, todos ponían su cuota, el día de la partida, en la mañana, el camión estaba lleno y a la vuelta algunos de pie, y los más durmiendo “digo” recuperando fuerzas para gritar en la entrada a la ciudad.
Bueno, bueno, por otro lado también nos dedicamos a escuchar buena música, de los famosos Iracundos, que con sus piezas musicales románticas y alegres nos impulsaban a declararnos a las nuestras, con mucho gusto escuchábamos a Los Gatos, que con sus temas nos hacían gritar en las fiestas. Al Dúo Dinámico. con ese tema que dice “Esas palabras tuyas maravillosas”, Los Ángeles Negros, quién no tiene buenos recuerdos románticos de sus temas, Los Cuatro Soles, Palito Ortega, con el tema “mi primera novia”, todos estos grupos fueron los que nos abrieron los ojos para el amor, Sandro completaba con sus temas declamados, para inspirarnos más, y ser valientes para el amor, y en nuestras primeras citas fuimos muy directos a declararnos, diciéndoles quieres ser mi enamorada y una vez aceptados les pedíamos la prueba de su amor, que románticos fuimos, también aparecieron otros grupos musicales que con su música maravillosa, hasta ahora nos traen recuerdos de la inocencia con la que hemos vivido entonces, y así con todo esto, se fue formando un proceso especial.
Hoy estamos seguros de que en estos 43 años de haber dejado el cole, este proceso continua con mucho éxito y estamos orgullosos y agradecidos de que así siga siendo, hemos visto también grandes cambios, cambios que han ido transformando algunas ideologías de colegio y que lastimosamente han hecho perder otras, ahora tan solo nos queda desear que la consolidación de hombres nuevos no se detenga y que el COLEGIO NACIONAL “SIMÓN BOLÍVAR” siga siendo el gran hogar que ha sido para nosotros, confiamos en que así sea y damos gracias a Dios por habernos permitido la dicha de haber compartido tanto, en este proceso TAN ESPECIAL.
(*) “James”, Promoción 68
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