La preselección de candidatos a ser magistrados, a cargo exclusivo de los masistas en la variopinta plurinacional, ha sido el último presente griego que le dejó a Bolivia la oposición parlamentaria anterior, esa élite política mediocre que rifó la República. No son fantasmas, tienen nombre y apellido; ahí están como si no hubieran hecho nada.
De asesores a jueces
Se dijo que los asesores del MAS también pueden ser magistrados. ¡Cómo que pueden! Si es para ellos, para los masistas. Y si fueron asesores, mejor todavía; seguirán asesorando a control remoto. Es cuenta con pago ese intercambio de servicios.
Los doctores plurinacionales
El Gobierno elegirá en la Asamblea Plurinacional a sus “doctores” para la judicatura. ¡Tanto reclamo, tanta protesta! Todo fue a dar a oídos de mercader; es decir, al del sordo que no quiere oír lo que no quiere o no le conviene. Con dos tercios en la mano, aquella Asamblea no hay nada que no pueda hacer. ¡Cómo salen las leyes! En poco tiempo hemos pasado de la lentitud abúlica a la festinación esquizofrénica.
La preselección de los mejores
Después del oscuro y retorcido callejón por donde han pasado los aspirantes dizque habilitados para ser magistrados, ahora viene el turno de la “aplanadora” en la Asamblea. Entre los voceros oficialistas, cada cual a su turno, dijo que se buscaba a las “personas más probas” y mejores abogados con que cuenta el país. Ante el resultado, es realmente asombroso el grado de pobreza a que habíamos caído. ¿Pero quiénes los calificaron? Esta es la cosa: ¡un grupo de no videntes examinando a los tuertos!
Grotesca parodia de evaluación
Antes de que se realizara el proceso, era difícil creer que fuera realmente inédito, único en el mundo, ¡revolucionario! Pero después, la conclusión es que tenían razón: en ninguna parte las normas se acomodan a las falencias de los postulantes; la entrevista, como parte de la evaluación, es voluntaria, no resta ni suma nada; los requisitos son sólo una referencia nominal, pueden no cumplirse; los aspirantes pueden ser de cualquier profesión, no necesariamente de derecho; aquel adagio de “zapatero a tus zapatos” aquí no cuenta. Y la perla de película: por si acaso, para no caer solos, son parte de la parodia, ¿sabe quiénes? Las Universidades, Unicef, Derechos Humanos y especialistas, etc. Dicen que por iniciativa propia participaron en la formulación de las preguntas. Sería bueno que se personalice, para identificar a los cómplices.
La Constitución y la mordaza
En realidad salieron con la suya. Dados los propósitos, no les quedaba otra. Con dientes y uñas se aferraron al artículo 182 de la CPE. Cuando se necesita, se la menciona; pero si es un obstáculo, se la ignora olímpicamente. ”Para mis amigos todo; para los enemigos, la ley” (J. Lazarte). Después, en octubre, viene el turno del “soberano”. Se esmeran en hacerle creer que elegirá. Para que la rebelión de la verdad no sea audible, silencio, silencio. Sólo se dirá lo que el Gobierno quiere que se diga.
(*) Columnista independiente
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