Dentro los eslabones de las fechas trascendentales de nuestra civilización toca hoy 11 de julio del presente año, más que recordar meditar acerca del Día Mundial de la Población.
Una fecha destinada a darle jerarquía a los problemas demográficos y a las políticas relacionadas con este problema.
Haciendo una retrospectiva histórica, el 11 de julio de 1987 se conmemoró el día de los 5.000 millones de habitantes en nuestro planeta, a partir de ello, en junio de 1989 el Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) propuso el 11 de julio de cada año como “Día Mundial de la Población” cuyo objetivo es centrar la atención de los pueblos en la importancia de los problemas demográficos en particular en el de los planes y programas de desarrollo.
La preocupación sobre el incremento de la población mundial se desató a partir de 1803 cuando Thomas Robert Malthus expuso su teoría de la Ley de la Población, para entonces nuestro planeta contaba con aproximadamente 860 millones de habitantes. Para el 12 de octubre de 1999 contaba con 6.000 millones y para el 7 de julio de 2009 contaba con 6.700 millones de habitantes.
Mundialmente este tema es muy importante, complejo y de permanente actualidad, ya que en muchas partes del mundo, la población crece según tasas que los recursos ambientales o naturales disponibles no se pueden sostener las tasas que están sobrepasando todas las expectativas razonables de mejora en materia de vivienda, atención médica, seguridad alimentaria y suministro de energía.
No olvidemos la injusta apropiación del 80% de los recursos mundiales están en manos del 20% de la población humana; pero una redistribución de recursos por sí sola tampoco puede garantizar el bienestar de una población indefinidamente creciente cuya huella demográfica supera la biocapacidad de nuestra madre tierra, hecho que nos motiva a discurrir en otra oportunidad sobre otro tema: crecimiento demográfico con sostenibilidad.
En este día, uno de los temas centrales que se suelen promover es el derecho a la planificación familiar como medida preventiva al crecimiento poblacional, estrechamente ligado a lo anterior se encuentra el problema de la desigualdad de género en muchas sociedades y la consecuente subordinación de la mujer. Es por esta razón que, entre los temas que se elige para recordar este día sean recurrentes aquellos ligados con la educación de los niños y el respeto de los derechos de la mujer.
Finalmente, la población no solo es cuestión fría de cifras numéricas, es una cuestión de seres humanos, una cuestión de cada uno de nosotros y una cuestión de los que vienen tras de nosotros. Se trata de los derechos fundamentales de la humanidad de que cada hombre y cada mujer sean capaces de adoptar decisiones libres, informadas y en igualdad; se trata de que cada hombre y a cada mujer sean capaces de sustentar a los hijos que decidieron tener, se trata de la libertad de decidir con responsabilidad y de desarrollo sostenible para todos.
(*) Ingeniero Agrónomo
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