Jueves 30 de junio de 2011
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El ambiente se deteriora a una velocidad vertiginosa. Esto es una realidad concreta y científicamente demostrada. Luego comienzan los juicios de valor sobre las causas de este deterioro ambiental. Los ecologistas y ambientalistas, en su gran mayoría, sostenemos que el origen de buena parte de estas modificaciones se debe a actividades antropogénicas y que, por ese mismo motivo, en nosotros se encuentra la responsabilidad y la obligación de intentar revertir esta situación.
También hay otras voces, provenientes de los estratos mas altos del poder mundial, o de científicos, periodistas, investigadores y otros personajes, que a cambio de beneficios personales, intentan desviar la atención, sosteniendo que el origen es en realidad el propio comportamiento cíclico de la naturaleza. De tal forma, deslindan responsabilidades sobre el caro costo a pagar para intentar revertir esta situación, demoran la toma de decisiones sobre los cambios de fondo en el modelo y se permiten mantener vidas llenas de lujos, pero huecas de sensibilidad.
Pero lo que todos sabemos, es que nuestro hogar se está deteriorando rápidamente, y que si no hacemos el intento de revertirlo, esto continuará empeorando hasta hacer imposible la vida sobre la Tierra , tal como la conocemos.