Jueves 30 de junio de 2011
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La educación tiene por finalidad y objeto al hombre desarrollado, cultivado en las ciencias del saber humano, reflexivo, critico, humano, sólido, con valores, procedimientos y saberes.
La Constitución Política del Estado Plurinacional y Multiétnico, sobre la educación sostiene: “La educación constituye una función suprema y primera responsabilidad financiera del Estado, que tiene la obligación indeclinable de sostenerla, garantizarla y gestionarla”, art. 77,1.
La ley de Educación “Avelino Siñani y Elizardo Pérez” sobre organización curricular indica: “Es la estructura, organización y el conjunto de relaciones que se establecen entre los componentes del currículo del sistema Educativo Plurinacional en sus diversos subsistemas y niveles de formación, articulados a las necesidades demandas y expectativas de la sociedad y el Estado Plurinacional”, art. 69.
El currículo es la cultura teórico práctica operativizada en competencias de conocimiento, valores y acciones, sistematizadas que habrá de constituir el estudiante durante toda su formación intelectual.
Es el facilitador en el proceso de información, formación y transformación del conocimiento, sin el no hay proceso educativo.
La Filosofía Educativa nos permite anticipar las calidades éticas, científicas, tecnológicas con las que estará formado el estudiante; la Política Educativa nos orientará para columbrar el tipo de sociedad que se pretende organizar, teniendo al ser como centro de estas preocupaciones.